Es hermoso despertar y tener a tu lado a aquella persona a la que tú amas con todo el alma y sobre todo que te amé de igual manera. Eso es lo que pensaba Isabella, ella es una chica hermosa, alta con una larga y china cabellera de color negro como la noche, ella vivía en un pequeño departamento en una transcurrida ciudad. Cinco meses antes, su atractivo novio Octavio le pidió matrimonio a Isabella de una manera poco común pero aún así muy bonita, era su cumpleaños y Octavio le había dejado un regalo en la pequeña sala del departamento, cuando Isabella llegó de trabajar miro una gran caja con un enorme moño rojo en la cual tenía una nota que decía "felicidades amor, Pd: POR SIEMPRE" la cara de Isabella se iluminó de alegría, no aguantó las ansias de saber que era y empezó a abrir el regalo cuidando de no romper la envoltura, para su sorpresa dentro de la caja había otra y otra y otra hasta que llegó al final era una caja muy pequeña de color negro con curiosidad y felicidad la abrió, se llevó una gran sorpresa la caja está vacía, sintió como un hueco se le hizo en el estómago pero antes de que hiciera algún movimiento sintió que por su cintura recorrían unas manos y al oído le decía POR SIEMPRE era Octavio que llevaba consigo un hermoso anillo de compromiso y antes de que Isabella contestara sí o no, él con mucha delicadeza se lo colocó en el dedo, después de ese día todo era miel hojuelas. Octavio se mudo al departamento de Isabella para hacer los preparativos de la boda