𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆 𝑹𝒊𝒔𝒂𝒔 𝒚 𝑺𝒊𝒍𝒆𝒏𝒄𝒊𝒐𝒔

Prólogo

En el tranquilo Pueblo Paleta, donde los días transcurrían al ritmo de las olas y los Pokémon correteaban por los campos verdes, vivía Satoshi. Era un joven hiperactivo con una sonrisa perpetua en el rostro. Sus ojos brillaban como el cielo despejado sobre el lago, y su cabello oscuro se alborotaba con el viento. Siempre llevaba su gorra roja, un recuerdo de su infancia cuando soñaba con ser un Maestro Pokémon.

Por otro lado, en la bulliciosa Ciudad Carmín, donde los edificios se alzaban hacia el cielo y las luces de neón parpadeaban en las calles, residía Goh,Un chico calmado el cuál su sueño era atrapar a todos los Pokémones existentes y atrapar a Meow, Goh prefería la tranquilidad de la biblioteca a cualquier fiesta. Sus ojos azules reflejaban la profundidad y la emoción de cada Pokémon que vehia

Un día, el destino los cruzó en la espalda de aquel Pokémon legendario. Satoshi con emoción en su rostro y su inseparable amigo y compañero Pikachu,Y Goh el joven que amaba a los Pokémons con una mirada llena de emoción. Cuando sus miradas se encontraron, algo cambió en el aire. Satoshi se acercó, sin dejar de hablar sobre sus aventuras Pokémon, mientras Goh lo escuchaba con atención,decidiendo que el de ahora en adelante sería su amigo

Así comenzó su historia de amor, entre risas y silencios. Satoshi le enseñó a Goh a atrapar Pokémon en los arbustos cercanos, a ver las estrellas como destellos de magia y a bailar bajo la luna llena en la playa de Pueblo Paleta. Goh, a su vez, le mostró a Satoshi la belleza de la cienca,de los Pokémons y todo lo bueno de la esperanza

Juntos, crearon un mundo donde la alegría y la serenidad se entrelazaban. Satoshi le robaba besos en medio de una carcajada, y Goh le susurraba versos al oído mientras caminaban por la orilla del mar. A veces, sus diferencias los separaban, pero siempre volvían a encontrarse en aquel bosque que se convirtió en el testigo de sus disculpas y su amor eterno,como dos polos opuestos que se atraen.

Y así, entre risas y silencios, Satoshi y Goh escribieron su propia historia de amor, donde la infancia de Pueblo Paleta y la madurez de Ciudad Carmín se complementaban de manera perfecta...