Saturno

Capítulo 3.

Mi cabeza iba a mil por hora, no sabía que decir, o que hacer, me encontraba tan sumido en mis pensamientos hasta que finalmente, Saturno habló de nuevo.

—El director dice que me voy a ir el viernes, mi papá me dio de baja de la escuela. — mencionó mientras se acomodaba sobre mi pecho y yo acariciaba su espalda.

—Pero no entiendo ¿Por qué te vas a Inglaterra? —

—Mi padre conoció a Jolene, una chica de allá y se van a casar—

—Y ¿Por qué no se casan aquí? —

—Ella no quiere, se quiere casar allá, porque está su familia y todo eso. —
Suspiré, no podía dejar que Saturno se sintiera así, tenía tres días, solo tres antes de ir a ver como se iba en un avión rumbo a Inglaterra, el estúpido británico más guapo que yo apareció de nuevo en mi cabeza burlándose de mi, no sabía que hacer, quería tal vez cometer un secuestro o decirle a esa tal Jolene que se fuera a la mierda con su jodida boda, pero no sabía que debía hacer.

Tuve una idea cuando menos impulsiva, así que hable sin pensarlo mucho.

—¿Y si nos escapamos? Podemos usar la van que era de mi papá, podemos ir a donde sea, antes de que te vayas, a donde quieras. — dije en un tono casi desesperado.

—¿Dónde sea?—

—Si, hasta el fin del mundo si me lo pides. — tomé su mano y miré en sus profundos ojos negros, como la noche mas serena, con mil estrellas.

—Vamos a la playa. —vi como una sonrisa calma se dibujaba en su rostro.

—¿A la playa? ¿Nunca has ido? — pregunté sonriendo mientras acariciaba su mano

—No, nunca, me gustaría visitarla contigo,  hay una al final de la ciudad, podemos ir ahí.—

Saturno sonreía como si fuera un niño pequeño al que acababan de darle su golosina favorita, eso me alegró,  saber que ahora la luz de mi vida estaba sonriendo me tenia mas calmado.

Comenzamos a empacar sus cosas mientras un álbum de Foo Fighters se reproducía en el estéreo, lo que quedaba de la mañana fue llevadera junto a él, empacando, cantando y haciendo pequeñas bromas, solo queria detener el tiempo y quedarme ahi para siempre escuchando música en el estereo de su habitación.

A la hora que se suponía debíamos volver de la escuela fui a mi casa a revisar la van. Estaba en buen estado,  solo algo empolvada, así que la lavé y acomodé por dentro con algunas mantas y un par de sacos de dormir que encontré en la cochera a modo de una cama, llené el tanque con un bote de gasolina que encontré en el mismo lugar.

Fui a mi habitación y me dispuse a buscar cada centavo o billete que encontrara, sumado al dinero que ahorraba para comprarme un nuevo amplificador, sumaban al menos unos quinientos dólares, aún faltaba lo que Saturno tuviera en su habitación o tuviera ahorrado, empaque ropa para irme esos días y una vieja Polaroid instantánea con algunos repuestos.

Dejé una nota para mi madre en el refrigerador diciéndole que luego volvería, ella se volvería loca seguramente , pero ya nada me importaba más que la felicidad de mi amigo.

Encendí la van y con trabajo maneje hasta la casa de Saturno (no tenia licencia ni sabia conducir), toqué el claxon y bajó rápidamente con dos mochilas y su Fender Telecaster junto a su amplificador y todos esos cables hechos un desastre. Subió a la van y dejó todo detrás, puso un casete que le regalé en su cumpleaños “Nuestras canciones” ponía en el lado A, en el B había algunas canciones de Frank Sinatra y de Paul Ankha, era un casete viejo que encontré por ahí en mi casa, solo había grabado un lado de este porque ya no tenia tiempo para grabar el otro.De pronto “Wake Me Up When September Ends" de Green Day comenzó a sonar en el estéreo del coche, encendí el auto y pisé el acelerador, comenzamos a avanzar rumbo a la playa “Citmore Sunset", era la playa local aunque estaba a una hora y media  de donde vivíamos, mientras la canción se reproducía miré de reojo a Saturno mientras veía que encendía un cigarrillo y abría la ventana.