DesHonesto [YAOI/OMEGAVERSE]

PAyaSou

Mamá tenía razón sobre Anthony y sus padres. No es algo que me incumbe, pero su casa ha sido mi segundo hogar desde que tengo memoria y es imposible no enterarme de nada.

Ya son las tres de la tarde y si, terminamos yendo a esa estúpida reunión.

— Tony — digo con voz seria y profunda, obviamente al propósito, me encanta generar miedo en las personas.

Pero es una lastima que los idiotas no puedan sentir el propósito de las palabras cuando las decimos de una forma distinta. Tony es medio ido, y hoy simplemente no lo entendió.

— Habla tu capitán, que se le ofrece... Jejeje Hola Miriam, ¿cómo e-estas?

Su teléfono sonó a los pocos instantes de nuestra unilateral interacción.

Miriam es el chush de Anthony. Y también el motivo por el que fui involucrado en esta innecesaria reunión.

— Está bien, si.. adiós, nos vemos más tarde jejeje -suspiro enamorado-

—... — me deja una sensación incómoda, y no estoy seguro de que decir en un principio.

— Si vendrá... Ahh...

—¿Por qué te gusta esa chica? Es demasiado irritante, se comporta demasiado dulce, tímida e inocente. Aghhh.

— No es solo dulce, tímida e inocente, también es muy amable y alegre. Es graciosa, es el tipo de chica que me gustaría cuidar y dar amor .😍

Sus palabras vinieron con una pequeña actuación de él mismo abrazando y besando una Miriam imaginaria. Mientras él soñaba despierto se inclinaba ligeramente en mi dirección.

—... ¡¡Aléjate!! Se me va a pegar tu estupidez.

— tú estás celoso.

— ... — como si yo pudiera estar celoso de algo asi — ¿Es porque es Omega?

— ¿Quién es Omega?

— Hablo de Miriam, te gusta porque es Omega y tú eres un alfa. O ¿no? Eso debe ser...

Así es, Miriam es una de las pocas chicas bonitas y omegas en la escuela.

— ¿Miriam es Omega? Ay no podría ser más perfecta.

— Es en serio... ja-ja... — con aires de ironía me mofé. Es realmente un idiota. Akkhh! Me duele la cabeza.

Después de unos minutos el se calmo y todo el ambiente estaba tranquilo, a nuestro alrededor solo se podía escuchar el sonido de nuestras respiraciones al caminar y el ruido público.

Cuando por fin había calmado mi temperamento y estaba preparado para desconectarme de la realidad escuché un suave suspiro.

— Lamento haber echo que vengas en tu día libre. Pero ella no es de las chicas que sale, así que pensé en una forma de hacer que aceptara una salida conmigo... Ja! Obviamente no aceptaría solo conmigo, así que pensé en salir con varios amigos, en medio de eso descubrí por una de sus amigas que tú le gustas, y es por eso que te llamé.

Su voz sonaba un poco apagada, era el mismo tono y la misma expresión en su rostro cuando me decía que Michael de la escuela Bayden le había vuelto a robar su mesada.

Él no dijo nada más. No sabía que pensar, solo que este tonto no era tan estúpido como pensaba. Sin embargo arriesga demasiado.

— Absurdo.

Le dije y no volvimos a hablar del tema.

...

Llegamos sin problema a la tienda de discos, donde se supone que sería el lugar de reunión. Era 2:58, pero todavía no había señales de nadie. Comencé a impacientarme-

— Tony, ya vengo.

Anthony estaba apoyado contra la pared mirando casualmente su teléfono y en cuanto me escuchó, enderezó su cuerpo casi haciendo caer su teléfono al suelo empedrado. 

— Qué? ¿por qué? 

— Iré a una tienda de conveniencia, no te preocupes —  siempre siento que mi tono es algo molesto cuando hablo con él, sin embargo nunca intento cambiarlo — no escaparé — concluyo y me dispongo a buscar el dichoso caramelo para calmarme.

A una cuadra de distancia veo una tienda de tamaño mediano, con un gran letrero que dice Marta's market sobre la puerta de la entrada. Ya adentro observo todo con cuidado, es ordenado, el ambiente es tranquilo, hay mucho a la venta, incluso el aroma es tan limpio, perfecto, pero lo mejor de todo es la gente, por alguna razón hay muy poca gente. 

No me importaría venir a esta tienda 24/7, no importa que tanto tenga que caminar, mientras permanezca así. Rápidamente mejoró mi estado de animo, y con una sensación reconfortante fui por el caramelo de Halls negro. 

El joven de la tienda me atiende con una sonrisa sugestiva, obviamente entiendo sus intenciones cuando antes de darme la vuelta me detiene para darme su número.

— Jeje, gracias... — muestro una sonrisa cortes. Parece que mi día está volviendo a arruinarse. ¿Por qué tenemos que ser seres sociales? Ahhhhh, lo odio. 

Salgo de la tienda y sin siquiera mirar el papelito con el número, lo tiro a la basura. 

El estómago me revuelve y mi cabeza comienza a dolerme. Esta situación es en realidad muy conocida para mi. Ando por la vida tratando de evitar a la gente, pero mis métodos no están cerca de ser efectivos. Siempre termino acercándolos en vez de alejarlos, es frustrante. 

Desenvuelvo el caramelo y me lo meto en la boca, debajo de la lengua porque es picante. Inmediatamente puedo sentir su sabor amargo y fresco recorrer todos los espacios de mi cavidad bucal, la sensación es tan cómoda y relajante que de nuevo vuelvo a sentir el control. 

En medio de eso veo que se acercan tres personas, tres chicos de una edad aproximada a la mía, tal vez mayores. Tanto su postura como sus expresiones demandaban soberbia. Claramente se creen gangsters

Los tres tenían un aura distinta, el primero y el que va adelante tiene los ojos un poco agrandados y con las puntas girando ligeramente hacia arriba, lo que hace dar la sensación de que en realidad está contento. Además su cabello y cejas están claramente pintados del color de la paja, pero pobre de él, tal vez fue por el mal tratamiento, pero solo le queda la mitad de la ceja.

El segundo tiene una expresión más sería, tiene el seño fruncido y parece muy enojado, sin embargo hay dos pequeños detalles que no pueden pasar desapercibidos y que al mismo tiempo hace que no se le pueda tomar en serio, y es que tiene un lunar negro y abultado justo un poco más arriba de la punta de nariz, lo que lo hace ver como una bruja de estereotipo general, por otro lado, el labio inferior es significativamente más largo que el superior. Su apariencia resultó ser muy graciosa, es como un gorila.

Me resulta imposible no querer reírme de estos payasos, mutantes vivientes. Intento contenerme, pero sin querer se me escapa una suave y pequeña burla justo después de ver su apariencia y voltear la mirada.