CAPITULO: 1

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¡VALENTINA!

Pegué un salto en mi cama y me quedé sentada. ¿Habían gritado mi nombre? Me quedé en silencio, esperando que me volvieran a llamar. Nadie volvió a gritar, así que me arropé en mi cama y volví a cerrar los ojos para dormir. Unos minutos más tarde, sentí que abrieron la puerta de mi habitación con mucha fuerza. Intenté levantarme para ver quién era, pero no tuve oportunidad. Me dieron un empujón y caí de mi cama.

—¡Llevo una puta hora gritando tu nombre y no respondes! —gritó Lucía.

—A ver, estaba durmiendo —respondí, intentando levantarme del piso.

—Sí, pero me prometiste que hoy te ibas a levantar temprano —respondió Lucía.

—¿Para qué me iba a levantar temprano hoy?

—Porque hoy se mudaba Rafael, mi novio, y me ibas a ayudar a llevar las maletas.

—¿Era hoy?

—¡Claro! Llevo una semana recordándotelo, pero como pasas más tiempo haciendo un libro que escuchando a tu mejor amiga, no recordaste nada.

—No seas dramática, y aparte, ayúdame a levantarme.

Lucía me hizo una mueca y me ayudó a levantarme. Lucía es mi mejor amiga desde hace diecisiete años y digamos que nos conocemos muy bien. Siempre ha tenido la suerte de tener a los chicos a sus pies gracias a su belleza. Es mediana, su hermoso cabello rubio es bastante largo, es muy blanca, sus ojos son un hermoso azul marino, es delgada, y su rostro tiene pequeñas pecas. Es la chica más hermosa que he visto.

Me metí al baño y, después de una ducha, me coloqué un top verde con unos vaqueros y unas chanclas. Bajé al salón y vi a Marcos con las maletas listas para ponerlas en su habitación.

—Cuñada, me enteré de que hoy no tenías muchos ánimos para levantarte —exclamó, dándome un fuerte abrazo.

—No es eso, es que estoy durmiendo tarde porque estoy haciendo el libro.

—Sí, sí, me lo ha dicho Lucía, que tu libro está teniendo bastante éxito.

—Demasiado, para saberlo he rehecho varias veces, pero está bastante bien.

—Verás que ese será el mejor libro del mundo.

—Ojalá lo pueda cumplir.

Me dio una cálida sonrisa y agarré una de sus maletas para llevarla a su habitación, que más bien era la habitación de su novia, ya que van a empezar a vivir juntos. Cuando terminamos de colocar todas las maletas en la habitación de Lucía, los dejé solos para que organizaran todo, ya que no iba a estar en medio de dos tortolitos.

Ya era de noche y estaba terminando de preparar la mesa para que cenáramos todos juntos, cuando llegaron Lucía y Marcos y se sentaron. Me senté yo también, y estuvimos hablando un rato sobre mi libro, hasta que Marcos nos dijo que tenía que darnos una noticia.

—Chicas, como sabéis, tengo un hermano que casi no veo porque estaba de gira por todo el mundo, y mañana llega acá a nuestra ciudad. Quería ver si ustedes le daban el favor de quedarse aquí a vivir con nosotros, es que él no tiene hogar ni nada.

—De mi parte, puede quedarse el tiempo que quiera —contestó Lucía con una sonrisa.

Sus miradas se desviaron hacia mí, esperando mi respuesta.

—Emm... está bien, se puede quedar mientras me ayude a hacer las labores de la casa, todo bien.

Lucía y Marcos me dieron una gran sonrisa y corrieron hacia mí para darme un fuerte abrazo. Terminamos de cenar y los tortolitos se quedaron lavando los trastes. Subí a mi habitación y comencé a crear un nuevo capítulo de mi libro, hasta que me quedé dormida.

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⏰ Última actualización: Aug 26 ⏰

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