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iii. el hermano de stefan
—ESTOY CONFUNDIDA. ¿Eres psíquica o clarividente?
Caroline Forbes le preguntó a Bonnie Bennett mientras entraban por la puerta de la escuela junto con Arabellla Gilbert.
—Técnicamente, la abuela dice que soy una bruja. Mis antepasados eran chicas brujas de Salem o algo así. La abuela trató de explicarlo todo, pero estaba en bucle con el licor, así que me desconecté un poco. Familia loca, sí. ¿Brujas? No lo creo—Bonnie se lo explicó.
—Sí, bueno, siéntete libre de conjurar el nombre y el número de ese tipo de anoche—Caroline le dijo a Bonnie.
—¿Conociste a un chico anoche?
Pregunto Bella confundía.
—Más o menos. En realidad no hablé con él, pero aún así cuenta.
—¿Qué tan caliente era?
—Muy—Caroline respondió, pareciendo cautivada por el chico misterioso.
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CAROLINE, BONNIE, ELENA Y ARABELLA se sentaron juntas en una mesa en el Grill, ni siquiera comiendo la comida. Solo estaban hablando.
—Bueno, estaba hablando con la abuela, y ella dijo que el cometa es una señal de fatalida inminente. La última vez que pasó por Mystic Falls, hubo mucha muerte. Tanta sangre y carnicería, creó un lecho de actividad paranormal.
Bonnie les informó sobre el cometa que estaba sucediendo pronto.
—Sí, y luego le diste a tu abuela otro disparo y ella te habló de los alienígenas. ¿Y qué?
Caroline cambió la conversación a Bella y Stefan, el tema del que se había estado muriendo por hablar con Gilbert.
—Y nada.
Bella simplemente se encogió de hombros porque no había nada que decir.
—¿Tú y Stefan hablaron toda la noche? ¿No hubo un primer beso descuidado o un sentimiento delicado de ningún tipo?
Caroline le hizo otra pregunta, con la esperanza de que tal vez se deslizara y regalara alguna información importante.
—No.
—¿Ni siquiera un apretón de manos? Quiero decir, Bella, somos tus mejores amigas. ¿De acuerdo? Se supone que debes compartir la obscenidad.
—Solo hablamos Care—soltó Bella con una mueca de enojo frente a la insistente preguntadera de la rubia.
—¡Salta ya sus piernas! Vale, es fácil. ¡Al chico le gusta la chica, a la chica le gusta el chico, sexo! Además la antigua Bella lo haría.
—Bien—dijo antes de levantarse de su asiento y agarrar su bolso, tirándolo sobre su hombro.
—Espera. ¿A dónde vas?
—Haré lo que la antigua Bella haría.
─────❀◦∘
PARADA FRENTE A LA imponente mansión Salvatore, Bella caminó hacia la puerta de madera, tirando de la campana que colgaba justo al lado. Al darse cuenta de que nadie había oído, Bella sostuvo la puerta y golpeó lentamente. La puerta, antes cerrada, se abrió ligeramente, haciendo que las dos hermanas se miraran de nuevo, preguntándose en silencio qué debían hacer a continuación.
—Stefan—la morena llamó desde la entrada, entrando en la casa con pasos calculados, mientras observaba el lugar, fascinada.
Un cuervo entró rápidamente por la puerta, asustando a la Gilbert y haciéndola girar bruscamente. Un chico estaba frente a ella, era alto, tenía el pelo negro y los ojos azules como el hielo.
—Perdón por entrar así, es que la puerta estaba . . .—Bella se dio la vuelta para mostrar la puerta, sorprendiéndose al verla cerrada—Abierta.
—Debes ser Arabella. Soy Damon, el hermano de Stefan.
—No me dijo que tenía un hermano.
—Bueno, Stefan no habla mucho—el hombre sonrió—Por favor, entra. Stefan debería llegar en un rato.
Damon guió a Bella a la sala de estar, con una pequeña sonrisa malvada en la cara.
—Vaya, ¿esta es la sala de estar?
—Sala de estar, de visitas, subasta de Sotheby's—Damon bromeó—Un poco de exageración para mi gusto.
—Aquí es hermoso, no hay nada de exageración.
—Ya veo por qué mi hermano está feliz. Ya era hora, por un tiempo pensé que nunca superaría a las últimas. Casi lo destruyen—El vampiro volvió a decir.
—¿Las últimas?—Bella lo miro incómoda.
—Alice y Katherine, sus ex-novias. Ah, todavía no han tenido la extraña conversación sobre los ex.
—No, no creo que hayamos llegado a ese punto.
—Bueno, ahora el tema va a surgir—dijo Damon, desviando la mirada hacia la habitación—Todo el mundo sabe cómo terminan estas relaciones.
—Hablas como si todas las relaciones tuvieran que terminar.
—Soy un fatalista—El vampiro se defendió—Hola, Stefan.
Tan pronto como el nombre del hermano salió de los labios de Damon, Bella se giró rápidamente hacia él, observándolo parado frente a la entrada de la habitación, mirando a su hermano con rabia.
—Bella, no sabía que venían—dijo Stefan, todavía mirando a su hermano.
—Debí llamarte.
—Eso es, siempre eres bienvenida, ¿no es así, Stefan?—El Salvatore mayor sostuvo la mirada, dando una breve sonrisa, antes de volverse hacia Bella—Debería conseguir algunos álbumes familiares o algunos videos caseros, pero tengo que advertirte, no siempre fue guapo.
