sedici.

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El sonido de la puerta abriéndose resonó en el apartamento vacío, trayendo consigo una ráfaga de aire frío que me erizó la piel

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El sonido de la puerta abriéndose resonó en el apartamento vacío, trayendo consigo una ráfaga de aire frío que me erizó la piel. No me moví del suelo, incapaz de reunir la fuerza necesaria para levantarme. Sentía el peso del mundo sobre mis hombros, y las lágrimas seguían cayendo incesantemente, como una lluvia que no encuentra final. El clic de los zapatos de Jungkook resonó por todo el lugar mientras se acercaba a mí, su figura alta y oscura proyectando una sombra sobre mi cuerpo destrozado.

ㅡ¿Qué haces aquí?ㅡ Su voz, normalmente suave, ahora sonaba distante, desconcertada, como si no pudiera comprender por qué me encontraba en este estado.

Una risa amarga escapó de mis labios. Era irónico, en realidad, que él, de todas las personas, fuera el que preguntara. Me obligué a levantarme, a pesar de que cada músculo en mi cuerpo protestaba, y lo miré con una mezcla de desesperación y furia.

ㅡ¿Por qué eres tan cínico?ㅡ Pregunté, mi voz temblando por la emoción.

ㅡVienes aquí después de todo... después de todas las mentiras que me dijiste.

Jungkook me observó, sus cejas fruncidas en confusión.

ㅡNo te entiendoㅡ Respondió, dando un paso hacia mí como si intentara acercarse, como si quisiera ofrecer consuelo. Pero yo no necesitaba su consuelo. No ahora. No después de lo que había descubierto.

ㅡ¿No me entiendes?ㅡ Repetí, mi voz elevándose un poco más, cargada de sarcasmo.

ㅡYa sé que vas a ser papá, Jungkook.ㅡ Sentí cómo mis manos se apretaban en puños, conteniendo la rabia que se mezclaba con mi tristeza.

ㅡVas a ser feliz con otra mujer, la misma con la que me dijiste que ya no estabas de esa manera.

Su rostro se tensó, y pude ver cómo trataba de formular una respuesta.

ㅡLas cosas no son tan simplesㅡ Intentó, su voz baja, como si eso pudiera calmarme.

ㅡPodemos solucionar esto, cariño.

El dolor se intensificó en mi pecho cuando escuché esa palabra: cariño.

ㅡNo me llames asíㅡ Le dije, mi voz quebrada pero firme.

ㅡNo me ilusiones más, Jungkook. Por favor... solo vete.ㅡ Pero él no me escuchó, o quizás no quiso escucharme. Dio otro paso hacia mí, su mano extendida como si quisiera tocarme, como si eso pudiera reparar lo irreparable.

ㅡLas cosas pueden funcionarㅡ Insistió, sus ojos reflejando una desesperación que casi me hizo dudar por un segundo. Pero yo sabía la verdad. Sabía que "funcionar" solo significaba algo para él, no para mí.

ㅡ¿Funcionará para quién?ㅡ Le espeté, retrocediendo un paso más.

ㅡ¿Para ti?ㅡ Mi voz se quebró con el peso de la realidad que había estado evitando.

𝗧𝗵𝗲 𝗢𝘁𝗵𝗲𝗿 𝗪𝗼𝗺𝗮𝗻 あ 𝗝𝗲𝗼𝗻 𝗝𝘂𝗻𝗴𝗸𝗼𝗼𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora