Bueno, no tenemos nada que perder ahora

capituló 30

Hinata ya lo entiende.
El amor que una vez fue perfecto para ellos,
lo han perdido.
Su corazón se fue, junto con el de Kageyama.

"¡Idiota! ¡Deja de estar en blanco!"
Kageyama se revolvió el cabello y Hinata saltó un poco por el toque repentino.

"¡L-lo siento, estaba pensando!",
le hace pucheros al hombre más alto, quitando sus manos de la cabeza del pelirrojo.

—Uh, ¿de qué quieres hablar? Toru te está esperando afuera, ¿sabes?
—Kageyama murmuró las últimas palabras y se le notaba un rubor en las mejillas.

Hinata sonríe débilmente ante eso. Le envió un mensaje de texto a Tobio anoche para reunirse en cualquier lugar por un asunto muy importante y decidieron verse aquí en una cafetería cercana. Grand Kings se queja, pero de alguna manera se las arregla para convencer a los dos de que no tiene nada que ver con volver con su ex. Y entonces Oikawa les da un poco de privacidad, observando desde afuera de la cafetería dentro del auto.

"Yo... le pedí al entrenador de la selección nacional de voleibol y de hecho le rogué que te diera otra oportunidad... Y aquí..."
Le entregó una carta formal a su ex.

Los ojos de Tobio se abren, casi sin respirar y la expresión de su rostro indica que todavía está procesando la información que le dijeron.

"Dijeron que en realidad querían que lo intentaras de nuevo. El equipo de voleibol de Japón realmente necesita un armador genio como tú".
La mirada de Hinata no se apartó de las reacciones de Tobio.

No está definido. El ceño fruncido se forma lentamente en el rostro de Kageyama, pero los ojos del cuervo brillan y se concentran en la carta que le entregaron. Tobio agarra con firmeza dicha carta.

Después de una larga pausa, Kageyama finalmente lo mira brevemente, luego vuelve a mirar la carta y luego a Toru y luego a la carta.

"¡Bakageyama, te ves tan perdido! Jaja... Pero lamento haberte hecho parar el voleibol antes. Pero creo que eres realmente talentoso y necesitas usar tu talento. E-eso es todo, yo... tengo que irme ahora".
Dijo, sin esperar una respuesta mientras avanzaba hacia la salida y le hizo una pequeña reverencia a Oikawa, quien ya estaba saliendo del auto y se dirigía hacia Tobio.

Hinata se arrepintió incluso de mirar a la pareja y salió corriendo de la escena.