2. Ramen.

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NARRA SAIKI:

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NARRA SAIKI:

Soy Kusuo Saiki, soy un psico desde que nací y bueno, ¿Vale la pena contar todo lo demás? Mal por ti si no lo recuerdas. Sigamos donde nos quedamos.

Hace apenas un día llegó un chico nuevo a mi escuela y también es mi vecino. Es...alguien interesante. Ví que no puedo leer sus pensamientos, quise suponer que es como Nendo, un idiota o simplemente no piensa...pero no, todo lo contrario y parece bastante inteligente pero malo para ubicarse.

Ahora mismo estamos caminando juntos, al vivir uno al lado del otro tomábamos el mismo rumbo. Ninguno ha dicho algo y agradezco eso, odio hablar innecesariamente.
Es calmado, respeta la privacidad y espacio, es lindo....
Aunque...desde que llegó, mis rayos X han fallado, a veces veo a través de las personas y otras no, generalmente no, cuando él está y eso solo confirma más mis sospechas, es como yo, quizás por eso no lea su mente. Aún así, no dejo de mirarlo por si las dudas...claro.

NARRA ____:

Hoy fue un día cansado pero bastante entretenido, no me quejo.
Kusuo y yo estamos caminando a nuestras casas y no sé que tiene pero no deja de mirarme, ¿Tendré algo en la cara? ¿Estoy feo? ...Dios, ojalá no.
Cómo sea, nuestro rumbo siguió hasta que me detuve porque ví una dulceria, claro, me encantan los dulces y postres....bueno, en general toda la comida, sea salada o dulce.

"Si quieres puedes irte, ya me sé el camino a casa". Dije pero él negó y hasta entró primero que yo. Sonreí y ambos compramos cada quien sus propias golosinas.
Al salir seguimos con nuestra caminata mientras comíamos.

Ya estábamos a tan solo unos minutos de casa y me quedaba un solo dulce.

"¿Quieres?". Lo saqué de la bolsa y se lo ofrecí, lo pensó por unos momentos antes de acercar su rostro y abrir la boca esperando que se lo diera.
Me sonrojé levemente antes de acercar mi mano lentamente y meter el caramelo en sus suaves labios. Sentí que sudé frío por unos segundos y cuando lo comió rápidamente me volví a observar el lugar aunque técnicamente ya me sabía esta parte de memoria.

Finalmente me calmé físicamente, pero mentalmente estaba muriéndome.

"Loco, ¿En qué pensabas cuando hiciste eso?"

Suspiré y sentí que se me cortó el corazón al oír esa voz en mi cabeza.

"¿Estás bien?". Voltee a verlo con los nervios de punta. Asentí.

"Mejor que nunca". Él me miró con esa penetrante expresión fría.
No dijo nada más y simplemente volvió a mirar al frente.

Realmente me gustaría saber que piensa. Si pudiera leer mentes yo te escucharía todo el día . . . Solo por curiosidad, supongo.

Saiki K. x M!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora