Joaquín María Carlos José Camargo Gómez, (Estepa, Sevilla, 4 de marzo de 1866 - Buenos Aires, Argentina, 17 de julio de 1929), conocido como «El Vivillo», fue un famoso bandolero español, considerado como el penúltimo de esta raza de bandidos y forajidos que actuaron en las sierras andaluzas durante la primera mitad del siglo XX.
Joaquín Camargo camino de coger el vapor Satrústegui con destino a Argentina, el 5 de septiembre de 1911.
En la zona central de Andalucía todavía se escucha la frase "tienes más valor que el Vivillo" cuando alguien hace algo temeroso saliendo indemne y que podía haber tenido un coste importante si hubiera salido mal, no teniendo que aplicarse solo a una fechoría sino también a lo cotidiano.
La carrera delictiva de «El Vivillo» se desarrolló entre 1890 y 1908, año en el huyó a Argentina siendo extraditado a España en 1909. Fue detenido y encarcelado hasta que es absuelto entre 1912 y 1913, tras lo cual dictó sus Memorias al periodista Miguel España e intentó una nueva vida como picador de toros en la cuadrilla del diestro conocido como Morenito de Alcalá, aprovechándose de sus dotes como excelente caballista.
Biografía
Natural de Estepa (Sevilla), «El Vivillo» nació el 4 de marzo de 1866 en una modesta casa señalada con el número 3 en la antigua calle de la Verdad, llamada hoy Médico Ruiz. Era el décimo de los dieciséis hijos de una humilde familia campesina. Todos sus hermanos, salvo José, quince años mayor que él, murieron prematuramente.Su padre se llamaba Miguel Camargo y su madre Rosalía Gómez y Gómez, con quien se casó por los años 1840 o 1845. Se dedicaba su padre al cuidado de su herencia, no teniendo otro oficio que el de labrador. Dice el mismo «Vivillo» que el capital de su padre era de unos seis o siete mil duros, capital que conservó íntegro toda su vida.
De sus 16 hermanos (seis varones y diez mujeres) murieron catorce de pequeños quedando al final vivos solo dos, siendo el mayor José, que era quince años mayor que él y que vivió toda su vida dedicado a la venta ambulante de paños y telas.
Infancia
A los seis años le llevaban a la escuela, donde no tardó en destacar por la viveza de su genio, de ahí su alias, manifestando las cualidades que le definirán como adulto: voluntarioso, descarriado, de ánimo resuelto e impetuoso. El maestro, don Alejandro Machuca, hombre de estatura mediana, adusto, gruñón, mal trajeado y peor encarado pues era bizco, aconsejó a la familia que le dieran estudios superiores.
«El Vivillo» era bastante aventajado pero su inquietud y travesura natural eran, a menudo, causa de serios castigos que don Alejandro, inflexible, le aplicaba con todo rigor. Aún intentando escabullirse del castigo echándose de bruces al suelo y escurriéndose bajo las mesas, al final, caía en poder del maestro que tirándole del pelo exclamaba enfurecido: "¡Ya te pillé! ¿Eres muy «vivillo»; pero no te vale conmigo!" Por ello, sus compañeros terminaron llamándole «el Vivillo».
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Desperado
AdventureSon los delincuentes que han vivido atraves de los tiempos en España...