Un encuentro

160 25 1
                                    

Izuku caminaría por la calle buscando algo que comprar para comer.

Ya habían pasado dos días de aquella pelea con los héroes.

Se suponía que Izuku debía ir a la asociación pero se había estado distrayendo con algunos villanos y salvando personas.

Dejaría de caminar cuando vio un restaurante de comida, así que decidió entrar, el lugar no era lujoso no mucho menos.

Pero la gente lo veía raro y con una mirada triste, el peliverde no entendía la razón hasta que vio su desgastada ropa.

Estaba completamente hecha pedazos, y estaba sucio, ya que no se había bañado desde el combate contra All For One.

Izuku ni siquiera sabía si le alcanzaría, ya no tenía nada de dinero, lo único que le quedaba era unos ahorros que tenía desde los 6 años.

Izuku ya no tenía ni hogar ni dinero.

La casa de garou había sido confiscada por el gobierno y por órdenes de All Might fue destruida.

El dinero de su madre y de garou había sido congelado.

Sabían que el único que heredaria ese dinero sería Izuku, así que con el afán de quebrar su espíritu dejándolo sin nada se entregaría a las autoridades.

Y como héroe no ganaba absolutamente nada.

Y en realidad Izuku también no buscaba nada, ya que la gente que salvaba era gente que estaba casi en las condiciones que el.

El salvaba a gente que la mayoría de veces se había quedado sin hogar por ataques de villanos.

Así que el no les pediría ni quitaría los pocos bienes que tenían, aunque el tuviera que sufrir, pero ya estaba acostumbrado, el pensaba en proteger la felicidad de los demás a costa de la suya.

Izuku llegó al mostrador y pidió un menú, en este vio toda la comida que el restaurante vendía pero por alguna razón los precios de esta no estaban puestos.

La gente dentro del restaurante lo vio y comenzó a sacarle fotos, algo que molesto ligeramente a Izuku

Se acercó con el chef y pidió un platillo de katsudon, vio en su bolsillo y casi ni traia dinero, ni siquiera para pagar.

Así que antes de que el chef comenzará a cocinar su pedido le pregunto por el precio, las personas vieron la cara del peliverde. Estaba triste.

Nisiquiera le alcanzaba para comer un simple plato.

Decidió mejor irse, nadie se compadeció de el, el peliverde se alegro, no queria darle lástima a nadie.

Había trabajado duro, y no permitiría que la gente lo viera así.

Estaba a punto de irse del local hasta que alguien entro al local , se acercó con Izuku y lo abrazo.

Quién era?

Pues era su hermano, su mejor amigo, su compañero de dojo, Charanko.

Charanko le regaló una sonrisa, pago la comida de ambos y le ofreció sentarse en una mesa junto a el.

Izuku sonrio, se acercó a él y se paró cerca de la mesa

Izuku se sentó y vio decidió hablarle.

Izuku: Que haces aquí, no se supone que estabas en el dojo.

Charanko: Se supone, pero al enterarme lo que le pasó a Garou sensei decidí venir a buscarte.

Izuku: Y el viejo Bomb?

Charanko: El se quedó, alguien debía cuidar el dojo.

Izuku: Y como te ha ido en tu entrenamiento, ya haz ganado mucha más masa muscular.

El Legado De Un HeroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora