La Combiancion Perfecta

25- Noche de sorpresas

Felix

-¿Estás seguro de esto?- una sonrisa tímida se deslizo por sus labios como si no supiera que hacer

-Claro, vamos póntelo- extiendo el vestido negro con más prendas

Coge el vestido y entra en el mostrador aun con duda

Espero pacientemente su regreso, bueno, no tan pacientemente

Mis ojos no pueden dejar de verla, siento que no puedo respirar, mis manos se aprietan tan fuertemente que mis nudillos duelen, mis ojos azules recorriendo cada parte de su hermosa piel

Siento que quedare ciego, podría pasar horas admirando la belleza que desprende

El vestido cae sobre su cuerpo, ajustándose a todas sus curvas, terminando a la mitad de sus muslos con una pequeña abertura en el lado derecho

Evelyn Michelle Loxcy Loxley ella fue la primera mujer en mi vida, en la que me fije, a la que ame, la única que sin pensarlo le daría todo lo que me pidiera, la única por la que me eh sentido atraído durante todos estos años, daría mi vida por ella

Michelle Loxcy jamás ha necesitado que un hombre la suba a un pedestal, ella está en el pedestal, es la mujer a la que miras y te preguntas ¿Por qué están hermosa?, es la mujer que hace que mi curiosidad se despierte

Toda ella dice "mírame", sin tener que esforzarse

Ninguna mujer necesita un hombre, nosotros las necesitamos a ellas

Su belleza te atrae y si entras un poco más veras que no es ninguna mujer débil

-¿Segura que no eres una diosa?- pregunto viéndola embelesado

-Segura- sonríe mientras sus pequeños ojos azules me recorren

Quiero mas

Quiero saber más de ella

-Puedes quedarte quieta- le pido mientras saco mi celular

Tomo un par de fotos de ella

-Para que quieres eso- inquiere riéndose

-Quiero verte, la mande a pedir en dos marcos grandes

-¿Para qué?, porque en un marco, no basta con tenerla en tu celular

-No, tu mereces ser adorada y yo quiero ver a mi mujer- sus mejillas comienzan a ponerse de un color carmín

-Puedo saber adónde los vas a poner- su humor viéndose en cada una de sus palabras mientras se cruza de brazos con una hermosa sonrisa

-En la mansión y en mi oficina

-Pensaba que los mafiosos no tendrían ninguna oficina

-Algunos no la tienen, pero otros si, como yo, esa oficina se ocupa para negociaciones, o juntas de todo el grupo

-¿Negociaciones?, que tipo.- su cabeza inclinándose mientras la curiosidad brilla en sus ojos

-Puedes hacerte una idea con lo que piensas- respondo colocando el móvil a un lado

-No lose

-Claro, al igual que yo soy un príncipe- menciono con sarcasmo- no eres nada tonta y lo sabes, ahora vamos pruébate otra cosa- le digo sonriendo

Sonríe mientras pone los ojos en blanco mientras agarra otra ropa

-Guapísima, por cierto- susurro antes de que cierre la cortina

Modela con sus brazos en la cintura, un jean negro y una camisa blanca de mangas largas cae por sus suaves hombros con un pequeño amarre en la parte delantera