Camino a la condena

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Vox estaba extremadamente nervioso en la torre VVV, ya habían pasado varias horas y todo estaba extremadamente tranquilo, el peligro podía aparecer en cualquier momento.

Voxy, que sucede cariño. Te ves más tenso de lo usual... -Vox no dejaba de golpear su pie en el piso indicando sus nervios mientras ellos estaban sentados bebiendo en la habitación de Valentino-

Yo metí la pata Val y no estoy seguro si esta vez sobreviva... -miro a su compañero y se notaba la tensión en sus expresiones-

Que exagerado Voxy... -lo tomo de la parte baja de su pantalla con una mano e hizo que lo mirara- Tu eres el más inteligente, sé que encontraras la forma de arreglar lo que sea que pase... Sabes... -otra de sus manos se deslizo por el pecho del overlord- puedo ayudarte a liberar algo de estrés... -ambos se miraron con una gran sonrisa, Valentino dejo su copa y la copa de Vox sobre la mesa y se sentó sobre el regazo para comenzar a besarlo. Por unos momentos la tensión en el cuerpo de Vox comenzó a dispersarse cuando la puerta se escuchó ser golpeada-

Disculpe que lo interrumpa señor Vox, alguien lo busca... -dijo el asistente de Vox al otro lado de la puerta-

Que espere, estoy ocupado ahora... -agarraba los muslos de Valentino quien metía sus manos bajo las ropas azules de su compañero-

Es el señor Lucifer... -escuchar ese nombre lo hizo levantar del susto haciendo caer a Valentino al suelo. Era su fin, estaba seguro de ello-

Que mierda te pasa Vox... -dijo el overlord sentado en el suelo, Vox lo ayudo a levantarse-

Val... solo quiero que sepas que mi asistente se encargara de recuperarme... -arreglo su ropa y se dirigió a su puerta- Espero al menos volver con conciencia... -Valentino lo miro confundido mientras salía de la habitación, su asistente lo siguió hasta su piso. El rey había sido llevado a la sala de reuniones de Vox, el overlord estaba frente a la puerta tomando valor para entrar. – Ya tienes la copia de seguridad?... –miro a su asistente-

Si señor todo esta listo como lo ordeno... -nunca había visto al overlord tan nervioso-

No entres hasta que yo lo diga... -agarro el pestillo y abrió la puerta entrando ala habitación, cerró la puerta y podía ver el sombrero blanco en su sofá. Respiro profundo y puso una sonrisa en su rostro acercándose al rey-

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