¿Debería empezar otro fic cuando ya tengo varios en proceso y vuelvo a la escuela+trabajo en septiembre? Definitivamente no. ¿Lo he hecho de todas formas? Definitivamente sí.
La idea de hacer un AU de Daemyra moderno ha estado consumiendo mi cerebro durante semanas, y esta idea era demasiado tentadora para rechazarla. Mi género favorito es Enemigos a Amantes/rivales a Amantes. Necesitaba un fic donde se odiaran tanto que el deseo que sienten sea casi prohibido, especialmente cuando hay razones externas por las que ni siquiera deberían pensar en compartir el oxígeno del otro.
NO soy abogada, ni voy a serlo, ni estoy estudiando para serlo. Mi conocimiento del derecho, del día a día de un abogado, de los juicios, etc. es LIMITADO. Si alguien aquí es abogado y esto no es correcto, lo lamento profundamente. Respeto mucho la profesión, pero no estoy involucrada en ella. Imaginemos que estamos en un sistema legal alternativo, ¿de acuerdo?
Daemon apenas había dormido durante toda esa noche. Tampoco es como que durmiera mucho habitualmente, pero el caso de ese día le había mantenido en vilo más que cualquier otro de los que había hecho en el último mes.
El caso había sido muy mediático (los divorcios entre famosos siempre eran mediáticos, sobre todo cuando los implicados tenían el ego tan subido que trabajar con ellos era insufrible) y la posición que le tocaba defender era difícil, pero no era eso lo que le había mantenido despierto toda la noche.
No, su falta de sueño se debía a que había pasado toda la noche pensando en ella, por mucho que odiara admitirlo.
Su sobrina, Rhaenyra, tenía que ser la otra abogada del caso, como no. Le encantaba meterse en los casos que le daban televisión y repercusión, y solo tomaba casos que sabía de antemano que podía ganar con facilidad.
Desde que se había graduado con todas las matrículas de honor y reconocimientos posibles de su grado de derecho, la mocosa no había parado de trabajar. Le recordaba a sí mismo cuando terminó la carrera, y eso le molestaba.
Viserys la había nombrado la abogada estrella de su firma y la llenaba de todo tipos de casos, día y noche. Desde que se había graduado lo único que oía de sus colegas era Rhaenyra esto, Rhaenyra aquello. Algunos la llamaban la promesa del mundo del derecho. Sus compañeros temían enfrentarse a ella en el juzgado. Una muchacha de veintiséis años hacía que hombres de más de cuarenta años se cagaran en sus pantalones.
Que siempre acaben encontrándose en el juzgado es una terrible, desagradable y lastimosamente emocionante coincidencia. Daemon sentía la anticipación de enfrentarse a ella semanas antes de poner un solo pie en el juzgado. Por mucho que la odiara, su sobrina era una oponente digna, lo que le hacía trabajar mucho más duro en sus casos solo para vencerla y borrar la sonrisa de satisfacción de su rostro.
Desde el momento en que había sabido que sería ella quien llevaría a la exmujer de su cliente había maldito por lo bajo. No porque creyera que no podía ganar a la mocosa de su sobrina (él tenía muchos años de experiencia que ella no), sino porque el simple hecho de encontrarse con ella en el juzgado le desestabilizaba.
Había algo en Rhaenyra que era... inquietante. Excitante. Innovador. Llevaba los casos de una manera que a Daemon le desconcertaba. Se presentaba a la corte vistiendo colores pastel, retando las leyes de la física con sus tacones imposiblemente altos y vistiendo conjuntos tan cortos que sospechaba que había personas que venían a ver el caso solo por ver si podían deleitarse con sus menudas piernas.
Daemon necesitaba una victoria segura, no sentirse intimidado por su sobrina de veintiséis años, o distraído por la manera en que convertía la sala de un juicio en su propia pasarela personal.
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i spend my time trying not to feel it
FanfictionDaemon y Rhaenyra son dos lados opuestos de la ley, siempre enfrentándose en los mismos casos y sintiendo cosas inesperadas y peligrosas fuera de ellos. Daemon dejó la firma de Viserys y se convirtió en un rival directo de Rhaenyra, pero eso no impi...