Daemon y Rhaenyra son dos lados opuestos de la ley, siempre enfrentándose en los mismos casos y sintiendo cosas inesperadas y peligrosas fuera de ellos.
Daemon dejó la firma de Viserys y se convirtió en un rival directo de Rhaenyra, pero eso no impi...
Juro que si leo este capítulo UNA SOLA vez más capaz borro mi cuenta de Wattpad y me escondo debajo de una piedra. De verdad.
Espero que lo disfrutéis, espero vuestros comentarios <3
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Daemon bufó viendo los mensajes de Mysaria, sintiendo la frustración comenzando a amontonarse en su interior como un fuego lento que amenazaba con explotar en cualquier momento. Pasó una mano por su cabello intentando no despeinarse o tendría que volver a empezar de nuevo, su mente entreteniendo brevemente la idea de sucumbir a la invitación en lugar de a las obligaciones.
Preferiría millones de veces estar en el club con una buena cerveza y la presencia de su pasatiempo favorito de los últimos meses, más teniendo casi por segura cómo acabaría la noche, que pasar su noche con un montón de abogados estirados con demasiado dinero en sus bolsillos y poco en lo que gastarlo.
Para su desgracia, el deber llamaba y le exigía su presencia en uno de los aburridisimos eventos. Podría negarse a ir, pero si lo hacía, Corlys Velaryon estaría muy disgustado por su ausencia, y pese a que Daemon no le podía importar menos la opinión de nadie, no quería disgustar al pobre hombre con el que tenía una especie de amistad desde hacía años.
Sabía que la noche prometía la monotonía y el aburrimiento habituales, pues había asistido a eventos similares antes, y todos parecían tener de prerrequisito ser igual de aburridos. La mera idea de mezclarse con gente que no le interesaba le daba ganas de vomitar. Lo único bueno del evento sería la barra libre.
Daemon se cansaba fácilmente de tener que fingir que quería estar ahí, o de que la compañía que tenía era agradable.
Jason Lannister era un idiota total y absoluto que usaba el dinero de papá para fingir que era bueno en lo que hacía (no lo era en lo más mínimo, pero el dinero podía comprar tanto el silencio como el fingido respeto).
Harwin Strong era, en efecto, una de las personas más tolerantes que asistiría al evento. Daemon se había cruzado con él en el gimnasio un par de veces y habían tenido alguna pequeña charla. Si bien las conversaciones no eran nada innovadoras, eran mucho mejores que las que tenía con el resto de personas.
A los Velaryon los veía practicamente todos los días, había poco de lo que hablar que no hubieran hablado ya o que pudieran dejar para la oficina; aunque Laenor, el hijo de lord Corlys, era amable y carismático por la mayor parte, pese a que Daemon había escuchado suficientes chistes y ocurrencias por su parte para toda la vida.
Daemon no pudo evitar preguntarse quién iría en representación de los Targaryen. De normal iba la puta Hightower, que era la esposa de su hermano, y que se dedicaba a estar sentada mientras comía mimosas y fingía entretener a las mujeres de algunos abogados. En alguna rara ocasión iba la sanguijuela Hightower, Otto, pero pocas veces. Tampoco era como que le importara, ver a su familia en eventos nunca había sido un plato de buen gusto, y lo único bueno que había salido de escapar de la firma de su hermano era que no se esperaba pusiera buena cara a los Hightower.
