Kapitel fyra: Paris II

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Capítulo cuatro: París II


Las palabras de Jimin habían hecho un gran efecto en mí, porque al día siguiente me desperté temprano y cargado de energías, prendí mi notebook y me puse a producir la canción para So Yan que había dejado sin terminar, hasta que mi amigo se despertó y bajamos a desayunar alrededor de las once de la mañana. Mientras desayunábamos, ignoré por completo el hecho de que me ardían los ojos por el llanto de la noche anterior y a mi corazón latiendo con torpeza dentro de pecho.

Ignorando también, el hecho de que me había dormido abrazando a Jimin, con mi rostro enterrado en el hueco de su cuello y mis manos apretando su cintura.

Se había sentido bien.

Y nunca me sentí así de bien en mi vida.

Durante el día, no hicimos muchas actividades más que regresar a la Torre Eiffel y a las canoas del Río Sena para dar un último paseo mientras nos reíamos grabando videos y tomándonos fotografías, despidiéndonos de nuestro viaje a París hasta un hasta pronto, si era que volvíamos de nuevo. Fue tranquilo. Al anochecer de ese día, Jimin y yo nos dimos el gusto de pedir Escargots de Bourgogne, ya que era la última noche en París y teníamos que irnos a la madrugada, bebimos un vino tinto en el balcón de nuestra habitación, iluminados por las luces doradas de la ciudad y bajo el resplandor nostálgico de la Torre Eiffel.

—Que romántico —dijo Jimin, mientras le sacaba fotos a su plato de comida con una sonrisa—, como en las películas.

Asentí, dándole la razón y esperé a que aquel terminara de sacar las fotografías para comenzar a degustar la cena. Llevé un caracol a la boca, y el sabor rico y mantecoso me envolvió de inmediato. La combinación del ajo y las hierbas se deslizaba suavemente por mi paladar, dejando una sensación cálida y deliciosa que hacía imposible no sonreír de satisfacción.

—Mmm, es riquísimo, una de las mejores comidas que probé —murmuré con la boca llena sin parar de comer.

Jimin soltó una risa y dejó su celular sobre la mesita, levantó un caracol y se lo llevó a la boca; lo observé atentamente mientras masticaba y cerraba los ojos con placer, asintiendo con la cabeza varias veces.

Cenamos en silencio, hasta que no quedó nada en nuestros platos. Con los estómagos llenos, mirábamos hacia las luces doradas de la Torre Eiffel. Estaba cegado en ella, cuando un avión en lo más alto del cielo estrellado captó mi atención. Las luces rojas parpadeantes hicieron un hueco en mi cabeza. ¿Hacía donde vas? Le pregunté. Tienes suerte de volar debajo de las estrellas, es algo demasiado hermoso, ¿Verdad?

—No quiero que termine esto —le confesé a Jimin cuando el avión se perdió entre unas nubes grises—, seguro lloraré cuando estemos de regreso a Incheon —me reí y miré a mis manos, jugué con ellas mientras veía de soslayo a Jimin observándome atento.

—No estamos ni en la mitad de nuestro viaje, Jungkookie.

—Lo sé, pero, me gusto estar aquí en París, después de todo, siempre lo recordaré como la primera ciudad que visité en mi primer viaje al exterior —me giré a verlo y le sonreí—, y fue contigo, eso lo hace especial.

—Por supuesto —me devolvió la sonrisa—, siempre estarás en mis recuerdos cuando me acuerde de mi viaje a París.

—Igual —nos quedamos mirando por un largo momento, que se extendió hasta que me di cuenta de que ninguno de los dos decía algo y sonrojado hasta las orejas, me giré a observar a la torre y me estiré sobre mi silla levantando las manos y soltando un jadeo nostálgico—. Ah, voy a extrañar París. Me hubiera gustado estar más tiempo aquí, cinco días no fueron suficientes.

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⏰ Última actualización: Aug 28 ⏰

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