Serpiente 🐍
La grama húmeda bajo sus cuerpos brillaba tenuemente bajo la luz de las lunas, mientras pequeños insectos luminosos revoloteaban alrededor, creando un entorno de ensueño. Los murmullos constantes de la cascada llenaban el aire, aportando una serenidad que contrastaba con las caricias de los amantes.
Tammy cerró los ojos, dejando que el sonido del agua acallara el caos en su mente. Su cuerpo temblaba con pequeños espasmos, incapaz de contener el torrente de placer que lo atravesaba.
Las caricias de Canek hablaban por si solas. Con su lengua bífida trazaba círculos torpes y ardientes sobre los pezones del femin, una caricia que hacia a la espalda de este arquearse involuntariamente.
La figura de Canek dominaba el espacio. Bajo la luz del atardecer, su piel color canela y su musculatura vigorosa contrastaban con el cuerpo más pequeño y delicado del femin, quien se encontraba atrapado bajo su imponente cuerpo. La expresión de Canek era de puro deseo, sus ojos entrecerrados brillaban con intensidad, como si no pudiera apartar la mirada de su femin.
La intensidad de las caricias dejaba al Femin sin aliento; cada movimiento era deliberado, pero intenso dando un mensaje claro de posesión. Canek lo reclamaba sin palabras.
Los gemidos esporádicos de Tammy empezaron a enloquecer de placer a la serpiente, quien con un siseo suave cerca de su oído lo hizo ahogar a sus gemidos con su mano.
Sus miradas chocaron la una con la otra.
Canek inclinó la cabeza, rozando su cuello con sus colmillos, lo justo para dejar una marca apenas perceptible. Su mirada ardía con una intensidad primitiva que hizo que Tam desviara la suya, sonrojado.
A partir de ese momento las caricias de Canek se tornaron más osadas. Sus dedos comenzaron a explorar más la cintura y las caderas de Tam, apretándola con firmeza. Su toque era fuerte,pero cuidadoso; tratando de memorizar el contorno del cuerpo de su femin, mientras sus labios bajaban lentamente haciendo sonidos lascivos, trazando un camino húmedo hasta el vientre plano de Tam.
Las mejillas de Tammy se sonrojaron hasta el punto de parecer un tomate medio dorado, sentía que las caricias de Canek lo harían venirse en cualquier momento. Dejó escapar un gemido ahogado debido a que su mano tapaba su boca.
Cada sonido que hacía alimentaba la excitación de Canek, que reaccionaba con un siseos bajos, que reverberaba en el aire como una declaración de posesión.
Sin embargo, Tammy sintió que el cuerpo de Canek se tensó de repente. El brillo de sus ojos cambió, sus pupilas se contrajeron hasta convertirse en rendijas oscuras. Olfateó el aire, y un siseo grave salió de su garganta, largo y amenazador.
—MIO —declaró, con voz grave y cargada de furia, acompañada de un siseo que resonó en todo el lugar.
El repentino cambio de Canek causó un escalofrío en su cuerpo. Aún aturdido por el placer, se percató que el hombre serpiente veía hacia el horizonte con el señor fruncido mientras siseando con enfado.
El calor que recorría su cuerpo rápidamente fue reemplazado por un frío repentino.Canek siseo bajo, manteniendo su mandíbula apretada, dejando claro su disgusto. Habían arruinado el ritual conexión con su femin, un momento que había sido perfecto hasta entonces.
Sin previo aviso, se levantó sujetando a Tam con una firmeza que no dejaba lugar a protestas. Su rostro había perdido toda la ternura de antes, sustituida por una expresión salvaje y peligrosa—Canek... ¿qué pasa? —preguntó Tam, sin recibir respuesta alguna.
En lugar de hablar, Canek lo sujeto como si fuera un tesoro frágil y comenzó a avanzar hacia la cueva. Sus pasos eran rápidos, y su cuerpo irradiaba una energía peligrosa, como si estuviera al borde de estallar.
Al llegar a la cueva, Canek dejó a Tam cuidadosamente en el nido que ambos compartían. Sus manos, aunque grandes y rudas, fueron increíblemente gentiles al acomodarlo. Sin embargo, sus ojos no dejaban de escanear el entorno, buscando cualquier señal de amenaza.
Canek no dijo nada. No necesitaba hacerlo. En lugar de palabras, inclinó su cabeza hacia Tam, tocando brevemente su frente con la suya en un gesto de consuelo antes de girarse hacia la entrada. Se giró una última vez, para observar a Tam con intensidad.
—Espérame aquí. —No era una orden, sino, una petición de doble filo.
Diciendo esas palabras salió de la cueva.En cuestión de segundos, su forma humana se desvaneció, dando paso a la majestuosa figura de la serpiente negra. Su cuerpo escamoso brilló en tonos esmeraldas.
Antes de partir, bloqueó la entrada de la cueva con rocas que arrastró con facilidad gracias a su colosal cuerpo salvaje.
Descendió sin vacilar como si fuese un gran torbellino. Emitió un siseo que resonó por todo el bosque, un claro aviso para cualquiera que osara acercarse.Este capítulo fue editado el 18/12/2024
¡Los capítulos cortos los estoy extendiendo un poquito más!
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Entré accidentalmente al nido de la serpiente malvada
RomansTammy un joven acostumbrado a la vida urbana y a las relaciones superficiales, despertó súbitamente; después de ser asesinado por su mejor amigo y primer amor, en un mundo salvaje y desconocido siendo cargado por una serpiente gigante. «¿Por qué es...