╰✘✘ 𝓦𝓱𝔂 𝓷𝓸𝓽 𝓤𝓼? ✘✘╮ (RadioSilence)

✂❤┆ 𝚆̷𝚑̷𝚢̷ 𝚗̷𝚘̷𝚝̷ 𝚄̷𝚜̷?

En el balcón más alto de la gran torre de los Vee's se encuentra Vox, el demonio de la tecnología, observando el imperio que él junto a Valentino y Velvette han formado exitosamente.

Desde los aparadores con sus productos, o los de sus socios, hasta la mezcla de caos y estruendo que se caracterizaba por los demonios luchando entre sí.
Pero esta vez, nada de eso le causaba diversión, mucho menos con la noticia que hace poco recibió, la que derrumbó su mundo entero.

El omega que lo había abandonado, el que lo había dejado a cargo de un cachorro hace cuatro años estaba esperando otro hijo.

Esta vez el padre es Lucifer, el Rey del Infierno.

Nunca pensó escuchar algo así. Al principio supuso que se trataba de un estúpido rumor más de los que suelen circular en ese basurero, pero cuando lo confirmó gracias al anuncio del soberano, aquello fue como un balde de agua fría cayendo por su espalda.

No podía entenderlo.

¿Cómo es que Alastor, ese mismo omega que le aseguró que nunca sería madre, ahora estaba felizmente embarazado de otro alfa?

Feliz...

Alastor era feliz con su nueva vida, con Lucifer, con su futuro cachorro.

Esa maldita idea hizo que Vox apretara los puños mientras las luces de la ciudad parpadeaban a lo lejos; su respiración era lenta, incluso controlada, pero el temblor en sus manos delataba la rabia que bullía bajo esa fachada.

Lo había dado todo por Alastor, hizo todo en su poder por mercer ser su compañero, su soporte, y sobre todo, el padre de su hijo.
En lugar de compartir esa vida, el omega simplemente se alejó.

Y ahora, pensar que ese mismo Alastor sonreía junto a Lucifer, acariciando su vientre, aceptando con cariño a ese ser en su interior, le provoca una mezcla de dolor, celos, de una traición que aún no tiene idea de cómo procesar.

—«¿Qué tiene Lucifer que yo no..?»— Pensó amargamente.

Porque no solo era la idea de que Alastor estuviera embarazado otra vez; era el hecho de que con él nunca mostró ni la más mínima inclinación a formar una familia. Vox había tenido que ver crecer a su hijo solo, mientras Alastor estaba cómodamente en los brazos del rey del Infierno.

La habitación a sus espaldas estaba en silencio, excepto por el suave sonido de su hijo, un pequeño ciervo de apenas cuatro años, que juega con sus juguetes en la sala.

Vox volteó para mirarlo, su corazón encogido. Observa su pequeño rostro inocente y lleno de vida, completamente ajeno al mal momento que está atravesando.

Ese niño tan hermoso, fuerte, con la copia idéntica de esos ojos rojos que Vox odia ya que recordaba como el brillo de Alastor se apagaba conforme su vientre crecía.
Pero que también ama con todo su ser, orbes rojizos tan lindos, un recordatorio de que ese pequeño es lo mas puro que pudo salir de un omega como ese ciervo.

Aún seguía atormentándose con lo mismo, ¿por qué Alastor decidió que él y su hijo no eran lo suficientemente importantes?, ¿por qué cuando Alastor descubrió su embarazo no hubo lágrimas de felicidad, y en cambio solo rechazo?

"No quiero esto."

Le dijo fríamente el omega tras ver el resultado positivo en ese aparato, su expresión indiferente mientras Vox, aún con la noticia fresca de la paternidad, se aferraba a la vaga esperanza de que podrían formar una familia feliz en ese basurero.

"Vox, no estoy hecho para ser madre."

Fue lo que dijo luego de recibir a su cachorro en brazos, el tono enojado de voz claramente no pasó desapercibido por el alfa, pero aún así trató de persuadirlo en que con el paso de los días terminaría enamorado de la creación proveniente de su vientre.