¿Mal Karma? [Campamento Desventura]

VIII

Después de unos pocos días, Gabby llegó junto a Ellie, actualmente el auto de ambas estaba estacionado fuera del edificio de departamentos donde Yul vivía. Gabby salió del auto, su expresión seria mientras abría el maletero y meter ahí las pertenencias de Kimchi.

Yul, con movimientos lentos y pesados, comenzó a llevar las cosas hacia el auto.
No pudo evitar sentir una nostalgia cargada de tristeza mientras entregaba los objetos de su pequeño amigo. La cama de Kimchi, sus juguetes favoritos y la comida especial que siempre le compraba. Pero a pesar de la tristeza abrumadora de Yul, este mantenía su rostro impasible, tratando de no derrumbarse en ese mismo instante.

Gabby, sin decir nada, tomaba cada cosa y la colocaba cuidadosamente en la parte trasera del auto. Su rostro mostraba una confusión mal disimulada. Recordaba a Yul como un idiota arrogante, pero ahora solo podía ver a un hombre que estaba roto en más de un aspecto.

Finalmente, llegó el momento de despedirse de Kimchi. Yul se arrodilló junto a la jaula, mirando a su gato con ojos llenos de tristeza. Kimchi, ajeno a la gravedad del momento, lo miraba con curiosidad y confusión, moviendo ligeramente la cola. Yul sintió acarició suavemente la jaula, sus dedos temblando mientras trataba de contener las lágrimas.

Se levantó lentamente, cerrando la jaula y entregándosela a Gabby. Ella la tomó con una expresión seria, sin saber bien cómo reaccionar.

Gabby se dirigió a su auto, y antes de entrar completamente, miró a Yul y de forma rápida y algo seca habló.
—"Cuidaremos bien de Kimchi... lo prometo."

Desvió rápido su mirada, y se metió al auto con la jaula de Kimchi en brazos. Ellie, quien estaba al volante, le dio a Yul una mirada rápida. Aunque su expresión parecía indiferente, había una leve confusión en sus ojos, al mismo tiempo que trataba de no ver directamente a las cicatrices de Yul, fallando en el intento. Yul solo pudo ver cómo ambas se alejaban en el auto, llevándose a su Kimchi.

Quedó ahí, parado, callado y quieto, viendo cómo el auto desaparecía en la distancia. Y cuando ya no quedaba nadie para verlo, una pequeña lágrima rodó por su mejilla. Con el corazón pesado, entró al edificio de departamentos, sintiéndose devastado.

Yul caminaba con pasos pesados hacia la academia, su mente nublada por la fatiga y la frustración. Nunca había imaginado que podría caer más bajo, pero ahora, se daba cuenta realmente no había tocado fondo en ningún momento, al menos, no hasta ahora.

Al llegar a la oficina de la subdirectora, fue recibido con una mirada de lastima que solo avivó su enojo. Firmó los últimos papeles de su despido con manos temblorosas por la ira. Una vez terminado esto, el coreano se levantó de la silla y se dirigió a la puerta. Justo antes de ir se fuera, la subdirectora le deseó suerte, Yul no la miró ni respondió, esta mujer lo había menospreciado en su pasado trabajando allí por sus cicatrices, ¿Y ahora le tenía lástima?. Se quedó inmóvil por un momento, luchando contra la ira desbordante. Finalmente, reaccionó y salió de la oficina mientras se despedía cortante de la mujer, su rostro llevaba una máscara de indiferencia.

Mientras salía de la academia, Yul sentía el peso de cada paso. Sus hombros estaban caídos y su mirada fija en el suelo, lo último que quería era lidiar con alguien, sin importar quien fuera.
Para su desgracia, Aisha, quien estaba esperando a su padre en salida de la academia lo vio y corrió hacia él llena de preguntas en su cabeza.

—."¡Profesor Yul espere! ¿Por qué ah faltado tanto tiempo a la academia?" —Su voz estaba llena de confusión y un toque de molestia.

Yul trató de mantener la paciencia, respirando profundamente antes de responder.
—."Aisha, por favor, deja de seguirme" —La voz del coreano se oía cansada y con fatiga, un claro indicio de su molestia por la conversación. Pero Aisha insistió, su persistencia sólo estaba desgastando la ya frágil calma de Yul.

—."Profesor Yul, ¿qué pasó? ¿Por qué se va?" —Aisha continuaba, su tono ahora solo exigía más una respuesta. Yul apretó los puños, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en su cuerpo. Siguio caminando, con la esperanza de que la niña se fuera y lo dejara en paz en algún momento, pero Aisha solo lo seguía mientras continuaba con sus preguntas.
A mitad de camino, la paciencia de Yul por fin se agotó. Se detuvo bruscamente y se giró hacia Aisha, su rostro endurecido.

—."Renuncié a mi trabajo en la academia" —Dijo con un tono frío y cortante. Aisha se quedó muy sorprendida y más confundida, su rostro reflejando una mezcla de decepción y tristeza. Pero Yul mantuvo su expresión indiferente.— Yo.. Eh encontrado un mejor trabajo.." — añadió con dureza, tratando de sonar convincente, y así ahuyentar a la niña.

Aisha parpadeó, la decepción era evidente en su rostro.
—"Pero... profesor Yul, ¿Por qué? Creí que le gustaba trabajar aquí, señor no puede irse.. ¡estamos muy cerca de la competencia!"

Yul sintió un nudo en el estómago, pero no dejó que su expresión cambiara.

—."Nada de esto es asunto tuyo, Aisha. Ahora, por favor, deja de seguirme, estoy seguro de que encontrarán un buen remplazo para mi, alguien que les ayudara mejor para prepararse en la competencia" —Su tono era indiferente y cortante, se dio la vuelta y comenzó a caminar de nuevo, sin mirar atrás.

Aisha se quedó allí, sola y decepcionada, viendo cómo una de las únicas personas que había creído en ella se alejaba. Mientras se iba, Yul no se dio cuenta de la camioneta que los seguía de lejos, sus pensamientos demasiado ocupados en sus propios problemas.

No puedo creer que mañana se acaba la temporada, voy a llorar.
Eso sería todo
Bye
👋🏻