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El día que Louis llegó a la empresa fue un respiro para todos; ese lugar era un caos. Harry molesto todos los días a todas horas y los empleados tensos sin saber como matener a su jefe feliz.

El muchacho, recién graduado en administración de empresas, llegó con la ilusión de conseguir un puesto en aquella prestigiosa compañía de preservativos. Tenía la sed de ser moldeado para convertirse en un excelente líder. La vacante de asistente de uno de los más grandes empresarios del Reino Unido le brilló en la cara; no podía dejar morir esa oportunidad. Así que, con toda la ilusión del mundo, se dispuso a dar lo mejor de él. Para su sorpresa, no tuvo que pasar por una entrevista. La mujer que llevaba mil y un documentos en las manos y tenía el cabello rojizo desarreglado levantó su dedo y le dijo que la siguiera. Otro chico, aparte de él, también se movió, pero Louis, confundido, no dejó de caminar. La mujer ni siquiera había levantado la mirada de los papeles, y Louis no podía quedarse con la incertidumbre de quién era el llamado.

—Disculpe, ¿a quién fue que llamó? —preguntó ansioso.

—A ti mismo —dijo la mujer, mintiéndose hasta a ella misma. Ella solo había llamado al azar y el que la siguiera tendría el puesto.

El otro muchacho salió cabizbajo, no sin antes darle unas palmaditas en el hombro a Louis y felicitarlo por el puesto.

La mujer lo miró por primera vez en esa tarde e intentando limpiar el sudor de su frente le sonrió. —La verdad, si él hubiera preguntado entonces hubiera dicho que lo llamé a él. —Louis suspiró y agradeció haber preguntado. —Bien, el mismo señor Styles quiere aprobar a su asistente, así que sin miedo pasa y no te dejes intimidar.

La mujer mordió su labio inferior nerviosa y Louis asintió.

Louis tocó dos veces hasta que le dieron permiso para entrar. Mantuvo su postura recta sosteniendo con firmeza sus papeles contra su pecho.

—Buenos días, señor —saludó de manera cortés.

Harry alzó su vista, bajó un poco sus lentes de leer y escaneó al muchacho. Los ojos azules frente a él lo hicieron desfallecer por unos instantes; apesar de que la oficina estaba fría por el aire acondicionado su frente y manos empezaron a sudar. Con nervios, los ojos de Harry se desviaron a su entrepierna y, sin querer mostrar sorpresa, devolvió el saludo.

—Buenos días —dijo después de toser un poco— ¿tú eres...? —cuestionó dejando la pregunta abierta para que el joven la completara.

—Louis Tomlinson, señor; aspirante a ser su nuevo asistente —Harry cerró por un instante sus ojos; Louis no notó nada extraño y esperó para saber cuál sería el desenlace.

—Tomlinson, estás contratado; el puesto es tuyo —dijo de una manera acelerada—. Puedes retirarte; empiezas mañana, debes ser puntual.

Louis sonrió ampliamente. —Muchas gracias, señor; aquí estaré.

Harry sonrió forzadamente y Louis salió emocionado.

La mujer que lo había recibido antes lo esperaba con una gaseosa en la mano. —No pasa nada muchacho; para la próxima será. Bebe esto. —Louis la miró confundido pero tomó la bebida.

—¡Me contrató! —dijo con una sonrisa más amplia y deslumbrante.

—Sí, así es el señor Styles; han pasado 200 candidatos y ninguno ha quedado con el pu... —la mujer dejó de hablar y lo miró confundida— ¿qué?

—¡SÍ! Soy su nuevo compañero.

La mujer sonrió y aplaudió de emoción; abrazó a Louis y este le devolvió el abrazo. Que hayan contratado al joven significaba una reducción de trabajo para ella; ya no debía buscar más candidatos. Habían sido unos largos meses.

Louis celebraba junto a la pelirroja, pero del otro lado de la puerta estaba Harry, mirando aún sorprendido su erección. Tenía años sin poder lograr una y había intentado de todo; algo irónico, pues era uno de los más grandes en el mercado de los condones. Echó su cabeza hacia atrás, pasando sus manos por su cara e intentando quitar un poco la frustración que sentía. ¿Cómo un simple muchacho había logrado eso? No lo sabía, pero era claro que después de eso el puesto iba a ser suyo.

 ¿Cómo un simple muchacho había logrado eso? No lo sabía, pero era claro que después de eso el puesto iba a ser suyo

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La redacción que le dí está "ñe".

Esta idea la ví en facebook e intente darle un buen desarrollo. Ojala les guste. 

Está fue la idea:

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¡EL JEFE Y SU TENTACIÓN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora