Capítulo 7

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1 Copa coctelera. (2da parte)

⚠️Contenido explícito ⚠️






Seonghwa suspiro cuando sus labios al fin se tocaron, el sabor de la bebida que Hongjoong había tomado permanecía en aun en sus labios extendiéndose en el paladar de Seonghwa. El beso era lento, con un toque de timidez o mas bien era como si estuvieran descubriendo la textura del otro o tal vez aun estaban averiguando si era lo que ambos querían. La espalda de Seonghwa estaba presionada sobre el pecho de Hongjoong, su cabeza ladeada para poder compartir de sus labios, pero el ángulo no era suficiente para el pelirrojo por lo que giró a Seonghwa cortando por un leve segundo el beso con el fin de quedar frente a frente, Seonghwa enrollo sus brazos en el cuello de Hongjoong y sus bocas nuevamente se conectaron: las manos de Hongjoong subían y bajaban sobre la espalda de Seonghwa mientras sus ojos lo miraban profundamente.

Seonghwa podía describir la sensación de los labios de Hongjoong como carnoso, suaves y dulces, sentía que su boca se iba a derretir en cualquier momento y cuando la lengua de Hongjoong se abrió paso por su boca enredándose con la suya supo que estaba jodido, cerró los ojos dejando escapar un suspiro y se presionó más al cuerpo del hombre, quería más, necesitaba más de él. Chupo con fuerza la lengua de Hongjoong haciendo que este suspirara en sus labios, Seonghwa sonrió en sus adentros, gustoso de los sonido necesitados de quien le estaba devorando sus labios.

Para desgracia de Seonghwa tuvieron que separarse para obtener oxígeno, pero Hongjoong llevó su boca hasta la mandíbula de Seonghwa depositando besos en la zona, descendiendo lentamente para finalmente enterrar su rostro en su cuello; la sensación de Hongjoong respirando sobre la zona le erizo la piel, haciendo que su parte baja saltara expectante,—Mierda... tu olor me vuelve loco— susurro sobre su piel.

Seonghwa abrió los ojos lentamente ante las palabras de Hongjoong,—¿Lo hace?— preguntó con su voz un poco ronca debido a la excitación.

Hongjoong río en un bufido sin sacar su cara del cuello ajeno,—No sabes cuanto deseaba poder hacer esto,— dijo, para nuevamente envolver los labios en la piel ya enrojecida por los besos anteriores, sacó su lengua para hacer un recorrido delicioso hasta su lóbulo, Seonghwa no pudo evitar el gemido que abandonó sus labios hinchados.

Hongjoong se detuvo y se alejo para mirarlo, en ese momento Seonghwa temió que su voz lo hubiera asustado, que tal vez no era algo que Hongjoong quisiera escuchar, pero cualquier pensamiento negativo se desvaneció al ver la sonrisa en los labios de Hongjoong y como sus ojos ahora lo miraban como una presa; sin darle oportunidad de nada volvió a pegarse a devorar sus labios pero esta vez con más urgencia. Sus cuerpos se acercaron con mas necesidad, como si intentarán cerrar cualquier distancia entre ellos y volverse uno. Sus respiraciones se hacían más pesadas y agitadas, Hongjoong separó de la vitrina el cuerpo de Seonghwa, empezó a caminar hacia la habitación sin cortar el beso que se volvió torpe por la urgencia de llegar a la habitación.

La habitación estaba en penumbra, apenas iluminada por la suave luz de una lámpara en la esquina. Hongjoong se sentó en la orilla de la cama atrayendo a Seonghwa a sentarse en sus piernas, Seonghwa y Hongjoong se miraban, como si el mundo fuera a desaparecer si uno de ellos rompía el contacto visual. Había algo en la forma en que Hongjoong lo miraba, en esa intensidad que siempre parecía traslucir más de lo que decían sus palabras.

Sin pensarlo, Seonghwa volvió a besarlo, sus corazones latían con fuerza, sincronizados en un ritmo que solo ellos entendían, desbordando la pasión contenida durante tanto tiempo. El mundo se desvaneció a su alrededor; no había nada más que la sensación del uno contra el otro. El beso se profundizó, y Seonghwa sintió cómo el calor se apoderaba de su cuerpo, mientras las manos de Hongjoong se movían hacia su cuello, tirando de él mas cerca; sus manos exploraban con urgencia, recorriendo la espalda de Hongjoong, perdiéndose en su cabello. Hongjoong respondió con la misma intensidad, sus dedos se aferraron a la camisa de Seonghwa, como si no quisiera dejarlo ir.

COSMOPOLITANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora