La figura avanzaba lentamente hacia el lado oscuro del bosque, las luciérnagas alumbraban el camino, rodeado de animales de todo tipo.
Un animal muy parecido a un lobo se le acercó, gruñendo. La figura le arrancó de cuajó la cabeza con una daga, sin miramientos. Cogió la cabeza del animal y siguió caminando. Algunos, los más miedosos, se alejaron de allí con prisa.
La figura encapuchada paró en el claro del bosque. Donde, en el centro, había una fuente gigante, dentro de la fuente (en el medio) había una mujer hecha de bronce, con flores alrededor de su cabeza, con un gran vestido que le llegaba a las rodillas.
La figura se quitó la capucha y su pelo largo azulado cayó sobre sus hombros como si fuese una gran cascada. Se arrodilló ante la gran fuente, pegó ambas manos y su frente al suelo cubierto de nieve y murmuró unas oraciones. Cuando terminó, se levantó. El viento frío levantó sus largos cabellos, sus ojos del mismo color que el océano miraron la estatua de la mujer. Lanzó la cabeza del animal a la fuente, como ofrenda.
Dio media vuelta y se marchó.
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El valle de los dragones
FantasyLiriel, una elfa sin rumbo, se encuentra un día con El Árbol Legendario, un sauce llorón que susurra destinos a aquellos que han perdido su propósito. El árbol le encomienda una misión enigmática: encontrar a alguien, aunque no le revela a quién. En...