Capitulo 2 "Revancha"

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En la actualidad. Hotel 55, Hanger Lane. Londres

Hacía tres semanas que Jisoo no dormía

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Hacía tres semanas que Jisoo no dormía. Tres semanas de absoluta perdición y desesperación. Veintiún días de búsqueda y veintiún días de pérdida irreparable. En poco tiempo, todas las esperanzas que había albergado para sí misma, todas, habían volado por los aires.

Su amigo más querido, su hermano había desaparecido, y ella luchaba hora tras hora para encontrarlo. Nadie sabía nada de él. Nadie conocía su paradero.

Desde el día del enfrentamiento, Bambam se había borrado del mapa. Aquella noche ella se había ido rabiosa a un bar para la er sus heridas y él la había seguido. Ella no tenía ganas de soportar a nadie y terminó mandándolo por un tubo porque le recordó que él había sido el que la convenció de infringir las reglas de los Dioses hace ya tantos años.

Habían peleado por eso y aunque Bambam quiso disculparse otra vez, la sanadora simplemente no lo dejó y le pidió que se fuera. Quería estar sola.

Lo que no imaginó es que no aparecería después. Preguntando a la gente del bar, le habían dicho que lo habían visto perseguir a una rubia increíble, una mujer que iba acompañada de dos chicas igual de sensuales.

Decían que su amigo se había quedado impresionado nada más verla y eso no auguraba nada bueno, porque quedarse petrificado por una mujer era lo peor que le podía pasar a cualquiera. Bambam siempre se lo había dicho, con las mismas palabras exactas, pero Jisoo nunca lo había creído porque para ella, su Rosé era especial, y siempre mantenía la esperanza de que la vaniria volviera a su lado.

Aunque por lo visto, Bambam siempre había tenido la razón.

Jisoo miró a las dos mujeres que tenía en frente. Estaban en la habitación de aquel hotel boutique, delante de su inmensa cama doble cubierta de impolutas sábanas blancas y un cubrecama de ante marrón oscuro. Las chicas se habían quitado la camisa mostrando ambas un busto de lo más sugerente.

La rubia llevaba un sostén rojo y la de pelo castaño uno negro. Ambas tenían pechos considerables, los de la rubia retocados por un cirujano. Pero no se lo habían hecho bien, pensó Jisoo; tenía el pezón derecho más arriba que el izquierdo y lo podía ver porque el sostén era transparente.

La Jisoo de hace años habría sentido culpa al estar con dos mujeres de lujo, a las que no conocía de nada. No se habría sentido bien, porque su corazón y su alma estaban en otra parte, estaban con... ella.

Pero ahora su corazón se ralentizaba y poco a poco se secaba, y su alma, que una vez había sido inquebrantable, ahora era constantemente tentada por Loki. Sencillamente ya no tenía más fuerzas. Y ya no tenía sentido luchar, porque nadie iba a reclamarla, nadie iba a apagar su hambre eterna y nadie le iba a dar la gracia del amor.

¿Para qué luchar?

Ella sabía que la elegida ya no iba a venir. Se estaba convirtiendo en vampiro. Lo veía en el color de sus ojos cuando se miraba al espejo, ahora más claros, más mortíferos. Lo notaba en su gesto serio y en el gesto predador de su mirada. Lo veía reflejado en la sonrisa fría e inclemente que ahora dibujaban sus labios.

ELEGIDA | ESPECIAL CHAESOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora