Todas las cosas que no te dije

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Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche y dormir en tu pecho, sin sombras ni fantasmas. Te quiero como para no soltarte jamás
-Mario Benedetti

Idara

-Chicos, hoy tenemos una nueva estudiante, podés presentarte a la clase.- explicó la profesora Tutora, a pesar de que ella tenía la mirada baja, se podía apreciar un rostro trigueño.
-Mí nombre es Celia Ramos, vengo de Castilla, España y me mudé aquí por el trabajo de mí madre.- contó, me encantaba su acento, se acercó a nuestro lugar y nos miró.
Nunca había visto unos ojos tan oscuros como los suyos y a la vez tan profundos.
-¿Puedo sentarme aquí con vosotros?- preguntó por el lugar junto a Rafa.
-Si, podes- contesto Rafa sonriendo, ¿Rafa sonriendo a una persona nueva? Eso era raro pero no importaba mucho y veo a Marti para descubrirla haciendo caras de asco pero dejo de hacerlo.

...

-No me cae bien Celia.
-¿Por qué?- pregunté a Marti.
-No me cae bien, Ida, no puede ser que ya tengas confianza con todo el mundo.
-Parece amigable, no se porque te molesta tanto.
-¿Y si vamos a la cantina?.
-Bueno- ¿Por qué Marti evitó la respuesta? Era extraño, ¿Por qué están pasando cosas raras? A los que le suelen pasar ese tipo de situaciones es a los personajes de los libros ¿Pero a mí?.

...

Idara

-¿Quién era ese chico del sábado?.
-Apolo es un amigo de Rafa.
-¿Cuál es su apellido?.
-Ni idea de eso.
-Espero que no sea algún Quiroz, ni quiero verte con esa gente.- los Quiroz son rivales comerciales, eran exportadores de cerezas y mí familia de granadas. Uno de ellos trabaja en las empresas de mí papá hasta los traicionó vendiendo una de sus acciones a otros rivales.
Desde ese día se odian a muerte.

...

15 de marzo de 2017

Idara

Celia ya estuvo dos días en Entre Ríos y a pesar de eso, se supo adaptar.
-Es como una galleta- dijo asombrada al ver un alfajor negro, comenzó a comer.
-Es riquísimo.
-Me alegra que te guste- contestó Rafael contento, las caras de Marti no podían ser las menos disimuladas.
Fue algo que pudimos ver Bahia y yo en ese momento.
-Me voy al baño, ya vengo- se paró pero no la vi que se fue.

Martina

¿Por qué Celia y yo no? La eligió a ella y apenas la conoce, no puedo creer que ya me estén reemplazando con esa cosa.
Llegué al baño de las chicas pero veo el cartel que decía en negro: Baño clausurado. Tenía que ir al baño mixto que estaba en la otra punta de la escuela, Dios.
Llegué hasta ahí y veo al verde insoportable con su tonto amigo, ni lo miré y entré en los cubículos.
-Si, te juro- escuché detrás de la puerta antes de sentarme en el inodoro. Decidí seguir escuchando su conversación.
-Es una buena idea, no hay que pensar mucho en las...- No, ya tocó timbre y quería seguir escuchando ese jugoso chisme.