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𝘊𝘖𝘕𝘍𝘜𝘚𝘌𝘋

Me desperté por un fuerte ruido que provenía de la puerta. Con mis ojos entre dormidos pude ver a Lillian, tirado en el suelo.

— Lillian ¿Qué carajos estas haciendo? — pregunté, mientras restregaba mis dedos en mis ojos.

Esta se paro, disimulando estar bien — ¡Hasta que por fin despiertas! — grito, poniendo sus manos en sus caderas.

La mire y le dedique mi mejor cara, todavía seguía dormida y me ponía de mal humor que me molesten cuando despertaba.

Me levante de la cama, tambaleando al caminar. Llegué a un mueble donde había prendas de ropa.

— ¿Quién te dejo entrar? — pregunté, sacando una camisa del cajón.

— La hermosa de tu mami — bromeó ella entre risas. — No ahora enserió, necesito decirte algo.

— dijo ella, sonando lo más seria posible.— ¿Qué hiciste? — dije, sonando algo preocupada.

— No es nada malo, es que.. — dijo, quedando en silencio unos segundos para después seguir hablando.

— Quiero que vengas a una fiesta conmigo ¿Puede ser? — pregunta, mientras se sentaba en mi cama.

Giré mi vista para verla con confusión, la manera en la que este me pregunto fue rara.

— Mmh.. Si ¿Por qué no? — contesté

— Es que va a estar.. — dijo ella.

— ¿Quien?— cesar...Rodé los ojos y respire frustrada, no quería verlo, me caía pésimo.

Toda mi infancia me llevé mal con el y ahora de grandes peor.

— No, no voy.

— ¡Ay, por favor! No vamos a estar cerca de él, enserió. — dijo Lillian, agarrando sus manos

— ¿Por qué tiene que ir el? — pregunté.

— No se, pero tu iras igual. — contestó esta.

Pensé en mis profundos pensamientos ¿Por qué ese Imbécil siempre tiene que estar? Ya se que es el hermano gemelo de mi mejor amigo, pero siempre esta ahí, jodiendo mi puta vida.

— Bien, vamos a ir. — dije, fingiendo una sonrisa.

— Te amo ¿Lo sabes? — dijo ella, con una sonrisa de oreja a oreja.

















(...)

Corrí la cortina del vestidor y salí con un vestido negro ajustado, sin tiras ni mangas.

— ¿Y que tal? — pregunté.Lillian abrió su boca, sorprendida.

— Puta madre, me va a dar algo. — bromeó ella entre risas, escaneo más mi cuerpo y señalo una parte de mi glúteo.

— Se te ve el tatuaje. — dijo ella.Me mire en el espejo y si, se podía notar una rama espinosa en mi pierna.

Ese tatuaje era enorme, me cubría el ombligo, después el muslo y terminaba en mi glúteo.
Respire frustrada, nada me lo tapaba y hacia calor para pantalón.

— No importa, nadie lo notará.

— Esta bien, si tu lo dices. — dijo ella, estrechando sus hombros.

Cerré la cortina y comencé a quitarme el vestido, pude ver mi cuerpo con el gran tatuaje, era enorme.

Mi madre no sabía de esto, tampoco planeaba decirle, pero el verano comenzaba y me iban a descubrir pronto.

from hate to loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora