El niño que vivió para odiar a Draco Malfoy

452 55 18
                                    

Al sureste de Inglaterra, en Wiltshire, se encuentra la antigua mansión de los Malfoy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al sureste de Inglaterra, en Wiltshire, se encuentra la antigua mansión de los Malfoy. En sus extensos terrenos con matorrales salvajes cortos, arbustos con formas redondeadas, los pavos reales albinos lejos del jardín de flores de la señora Malfoy y la imponente mansión de diseño elegante y clásico protegida con hechizos tan antiguos y poderosos como la sangre de los que la habitan dentro.

Entre las tantas habitaciones, salones y demás lugares, un niño rubio platinado se despierta de golpe con una respiración agitada

Un joven Draco Malfoy de solo once años se sienta asustado en la inmensa cama. Como puede se libera de las sábanas que hasta ahora podía notar lo pesadas que solían ser. Mira a su alrededor practicando las respiraciones que Astoria le había enseñado para ayudarlo en los momentos de crisis que padecía al pensar en el desastre que se había convertido su vida en ese año. En su desesperación, se levanta y corre al baño de su habitación. Intenta lavarse el rostro con desesperación. Siente un deja vu y por un momento cree ver a un Potter de dieciséis años detrás de él, pero no hay nadie. Solo su reflejo.

Y quiere llorar de alegría al verse tan joven. Y lo hace.

Llora, llora hasta el punto en que sus piernas no resisten más y termina en el piso mientras llora como un mocoso desesperado.

Bien, cierto ahora es uno.

Luego de calmarse y volver a limpiar el rostro con las manos, hasta que nota algo en su mano.

La misma mano con la que había hecho un trato con aquel anciano lunático.

Mira detenidamente la marca. Tan diferente a la marca tenebrosa, más pequeña pero aún más pesada de llevar. Sus finos dedos recorren las delgadas líneas. Primero el triángulo, luego el circulo y por último una línea recta en el medio.

Una marca que cree una vez haber visto, pero no recuerda donde.

Mirando su mano, camina de regreso a su cama. Se detiene al ver lo grande que es.

Aun sumergido en su asombro, mira por la ventana y brinca al ver que era de día.

¿No solían los elfos levantarlo a tempranas horas del día en su niñez?

Y como si lo invocara, su antiguo elfo aparece para gemir asustado al verlo despierto y descalzo.

Draco se lleva la mano marcada detrás de la espalda. Ahora requería una varita para aplicarle hechizos de ocultamiento a dicha marca o su madre tendría un ataque al corazón.

"El amo Lucius pide la presencia del" se tropieza con sus palabras y se encorva de temor "Del joven amo Draco" termina.

Draco sonríe extasiado. Sus padres estaban vivos.

Confiar en el viejo demente le había dado una oportunidad.

"Gracias, Dobby" dice contento corriendo a buscar ropas más apropiadas para ver a sus padres.

Draco malfoy y La varita de Thestral - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora