EL CUENTO PERDIDO DE BEEDLE EL BARDO

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EL MAGO Y LA CAJA QUE PROMETIÓ ENTREGAR

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EL MAGO Y LA CAJA QUE PROMETIÓ ENTREGAR.

Hace mucho tiempo, en un sendero pedroso con una vegetación pobre, se encaminaba un mago destino a la venganza en un lugar muy lejos de donde estaba. Aquel mago recientemente había recibido por una gran hazaña un regalo muy peculiar.

Una varita creada por la misma muerte. Aquel que la tuviera se haría con un poder más allá de lo natural. El hombre que se encaminaba a una venganza, había sido el primer afortunado en llevarla.

En el camino, se topó con, una vez más, un altercado. Solo que esta vez la magia no podría resolver. A diferencia de un suceso anterior en el que hizo uso de su magia para construir un puente y escapar de la muerte, esta vez la situación estaba fuera de sus manos.

Un bosque maldito.

Muchos habitantes habían mencionado sobre la existencia de un bosque que aparecía y desaparecía de forma tan misteriosa como el lugar. Quien lleno de valentía o estupidez se atrevía a cruzar sus extensos terrenos, quedaba maldito para toda la vida y la muerte sería su único alivio. Por ello, las madres brujas se encargaban de enseñar a sus hijos a temer sin búsqueda de demostrar lo contrario a la existencia de aquel misterioso lugar.

El hombre con la varita más poderosa no estaba exento de eso.

Furioso y decidido a rodearlo, aunque le tomara más tiempo, emprendió su camino. Al inicio, apresuró su paso. Pasaron los días y las noches, tantas que el hombre perdió la cuenta. La exasperación y el cansancio crecieron en su corazón.

Estaba dispuesto a todo por pasar aquel bosque embrujado.

Y entre los arboles y la maleza de aquel lugar, apareció un desconocido. Delgado casi esquelético, con los ojos sanguinolentos, lleno de bubones y pústulas, con las túnicas gastadas y una sonrisa amigable. Era un hombre que irradiaba magia en su andanza hacía el desesperado mago.

Se presentó de forma amigable ante el hombre. Le propuso de forma dulce y amigable que lo ayudaría a cruzar si a cambio le hacía un favor.

El mago con la varita más poderosa se burló al respecto. Se jactó orgulloso de haber vencido a la muerte días atrás, recibiendo la varita más poderosa que el mundo mágico haya visto jamás.

Al hombre delgado le tomó segundo lanzar un hechizo, trayendo consigo la varita más poderosa que el mundo haya visto. El mago furioso trató de luchar para recuperarlo, pero solo terminó humillado y asustado. Gritó sobre como la muerte era su aliada y vendría a quitarle la varita a aquel enfermo muchacho si no le devolvía lo que le pertenecía.

Ni un alma se acercó a socorrer al mago. El bosque y la soledad eran los únicos presentes.

El mago volvió a insistir sin parecer perturbado por el arrebato del mago. El hombre cansado acepta la perdida en batalla y hace el trato con aquel extraño.

Draco malfoy y La varita de Thestral - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora