CAPÍTULO 8:

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Hoy es mi primer día de trabajo como el principal ejecutivo del casino. Ah Yang es mi conductor y será él quien me lleve a todos lados, el automóvil  es el mismo negro de siempre. En cuanto al deportivo que me regaló Khun Zhou, quiero esperar hasta el día en que tenga que entrar en esa casa para poder utilizarlo y así reforzar que no soy ese Win que solía ser huérfano que no tenía a donde ir, si no que soy una persona un lujoso hogar y dinero de sobra. No soy el mismo Win que alguna vez conocieron.

Durante el camino al casino continuaba pensando en el día en que el negocio familiar de la familia de Phi Tee fuera mío, en ese momento no les dejaría nada más que un lugar para dormir. Mientras mantenía mis ojos a ambos lados del camino, estaba nervioso porque sólo me  quedan alrededor de quinientos metros más para llegar hasta el casino. Pero cuando estábamos a punto de llegar pude ver que estaban atacando a alguien al costado de la carretera, entonces le ordené a Ah Yang que detuviera el automóvil y fuera a ayudar a aquella mujer.

"Ah Yang, baja y ayuda a esa mujer".

"Sí, Khun Yifei".

Ah Yang estacionó el automóvil  e inmediatamente bajó para ayudar a una mujer, la que al parecer tenía alrededor de casi cincuenta años. Junto a ella había un joven que parecía como si estuviera tratando de quitarle algo, por lo tanto, cuando la vi no pude evitar sentir pena por ella. Porque pensé en mi propia situación cuando solía deambular por el costado de la carretera.

Cuando Ah Yang logró hacer que ese joven huyera con la cola metida en el culo. Entonces salí del automóvil y le pregunté sobre su condición. ¿Por qué una mujer como ella estaba al costado de la carretera en tan mal estado?

"¿Cómo estás, tía?"

“Tía, está bien. Muchas gracias a los dos jóvenes. Si no fuera por ti, me habrían robado las cosas”. La tía apretó los dedos, supongo que resguardando su anillo que debía ser un artículo muy importante para ella.

"¿Dónde está la casa de la tía? La llevaremos hasta allí"

.

“La tía no tiene casa. La tía es una persona sin hogar. Solo vive ganándose la vida en las calles”, la tía inclinó la cabeza y respondió, sin atreverse a mirarnos al rostro a Ah Yang y a mí. Sospecho que alguien debe haberla herido a menudo y por ello se ha convertido en alguien que tiene miedo de la gente. Cuanto más veía eso, más lamentable se volvía frente a mí.

“Tía, ¿te gustaría trabajar conmigo? Tengo un lugar donde te puedas quedar y trabajo que hacer. Si tienes ingresos seguros, ya no tendrás continuar sufriendo así”. Le sonreí y dije.

"Está bien, no se preocupe. La tía puede quedarse así". La tía me rechazó, pero antes de que se marchara no me rendí y volví a hablar con ella. Pase lo que pase, mejoraré la vida de esta mujer. Quiero darle una oportunidad, así como la que me dio la abuela Chan en mi juventud.

“Tía, por favor ve a trabajar conmigo. Te garantizo que nadie le hará daño a la tía. Lo prometo.” Al escuchar esto, la mujer se detuvo,  se volvió hacia mí y me miró con ojos tristes. Me miraba expectante, no podía adivinar lo que estaba pensando y de repente empezó a llorar.

CRUEL BROTHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora