CRUEL BROTHER

CAPÍTULO 17:

Conduje el automóvil a máxima velocidad permitida para llegar hasta el hospital, al llegar allí, rápidamente caminé directamente hasta la sala de emergencias. Encontrándome en informaciones me dijeron que el médico ahora estaba realizando una cirugía a Ah Yang para poder extraer la bala en su interior. Me quedé esperando por mucho tiempo en un largo pasillo blanco a esperar que todo saliera bien, porque tenía mucho miedo de que Ah Yang estuviera en grave peligro. Después de más de una hora, el médico salió de la sala de cirugías, estando sentado en uno de los fríos asientos me levanté apresuradamente de la silla y me acerqué para preguntarle el estado de mi guardaespaldas personal.

"Doctor, ¿cómo se encuentra Ah Yang?"

“El paciente ahora está a salvo. Afortunadamente la bala no alcanzó ningún punto vital. Pero en este momento el paciente encuentra inconsciente y ha sido trasladado a la sala de recuperación”.

“Gracias, doctor”. Levanté la mano para saludar al médico. Lágrimas de alivio comenzaron a caer, porque si algo hubiera salido mal con Ah Yan, definitivamente nunca me lo perdonaría.

Mientras esperaba el momento de visitar a Ah Yang, me dirigí hasta la morgue en donde se encontraba mi verdadera madre junto a mi padre.

Al llegar a la morgue, encontré a mi madre que todavía estaba sentada custodiando el cuerpo de mi padre, quien ahora yacía en un carro de cadáveres cubierto de un paño blanco que cubría todo su cuerpo sin vida. Las manos de mi madre estaban entrelazadas con las de mi padre y no quería soltarlas, era como si no quisiera dejarlo ir esta vez. De pronto el gran silencio de la morgue fue interrumpido por los fuertes sollozos de mi madre, ella comenzó a llorar negándose a detenerse, no quería soltar a mi padre a pesar de que él ya no estaba más en este mundo. Al verla así en ese estado me acerqué a ella, arrastré una silla para sentarme a su lado y le di un cálido abrazo para animarla.

"Padre está en paz ahora, madre".

“Madre jamás imaginó que nos encontraríamos en este estado esta vez. No puedo creer que esta será la última vez que esté junto a él”.

“Al menos todavía tenemos la oportunidad de vivir juntos tú yo, madre. Además, aunque sólo fuera por unos minutos los tres volvimos a reunirnos. Estos cortos minutos han sido los que más han valido la pena en mi vida. Padre hizo todo lo que pudo para ayudarnos a sobrevivir, ahora debemos continuar viviendo felices porque la muerte de padre no puede ser en vano.” Intenté hablar positivamente para que mi madre no estuviera más preocupada, a pesar del profundo dolor que sentía en esos momentos.

“Así es, de ahora en adelante continuaré viviendo para ti mi adorado hijo. Madre antes siempre había soñado poder encontrar a su hijo y poder conocerlo antes de morir. Ahora madre finalmente conoció a su hijo, y todo fue gracias a este anillo. Este fue el anillo que tu padre me regaló el día en que se enteró que tendríamos un hijo y desde ese día lo he conservado de por vida, era lo único que me daba valor para seguir adelante cuando te extrañaba. Porque cuando me volvía loca de dolor, miraba este anillo en mi dedo, lo apretaba fuertemente para que me diera el valor de seguir adelante y así algún día reencontrarme con mi hijo y su padre.” Dijo mi madre, acariciando suavemente el anillo de oro y diamantes que llevaba en el dedo anular izquierdo.