Making the second male fall in love with me, the villainess.

313/ While She Was Sleeping III

mientras ella duerme 3

Serena se despertó sintiéndose un poco mareada. Tenía sed y se levantó para beber un poco de agua. Miró a su alrededor y se vio en su dormitorio. Se sintió extraña porque no podía recordar cómo había regresado. Lo último que recordaba era que había cenado y se había quedado dormida en el sofá de la sala de estar mientras esperaba la llamada de Charlton. Se miró a sí misma ya vestida con un camisón. ¿Había vuelto a su habitación anoche? No parecía recordarlo. Por otra parte, nada parecía estar mal. Bueno, excepto que se sentía como si hubiera tenido un sueño húmedo anoche. ¿Extrañaba tanto a Charlton?

Después de un rato, oyó que alguien llamaba a la puerta.

—Milady, ¿está usted despierta? ¿Puedo entrar? —se oyó una voz de mujer a través de la puerta.

-Por favor, entra-respondió Serena.

Mildred entró y le hizo una reverencia a Serena a modo de saludo: "Milady, por favor, permítame ayudarla hoy".

—Oh, eres tú, Mildred. ¿Dónde está Beatrice? —preguntó Serena mientras se masajeaba un costado de la cabeza.

"Beatrice pidió permiso esta mañana. Es posible que no regrese durante las próximas dos semanas porque hubo una emergencia repentina en su familia. Por lo tanto, mientras tanto, me haré cargo de sus funciones", explicó Mildred.

Serena miró a Mildred. Ella había sido su ama de llaves durante dos años. La mujer tenía unos cuarenta y tantos años y parecía amigable. "Está bien, pero tú eres la ama de llaves. ¿No sería más fácil delegar la tarea a otra sirvienta?"

Mildred negó con la cabeza: "Está bien, milady. Tengo más tiempo libre que los demás sirvientes de la mansión. También sería un honor para mí servirla personalmente durante estas dos semanas".

Serena finalmente asintió con la cabeza. "Está bien. De todos modos, ¿fuiste tú quien me ayudó anoche? No me acuerdo cómo regresé aquí, a mi habitación".

Mildred siguió sonriendo: "Sí, milady, anoche te quedaste dormida en el salón. Te desperté y caminamos juntas hasta aquí. Pareces un poco somnolienta, así que te ayudé a cambiarte también".

Serena se sintió un poco avergonzada pero simplemente dejó pasar el asunto.

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Serena continuó con su día como de costumbre. Leyó otro conjunto de invitaciones dirigidas a ella para fiestas, pero no estaba de humor para asistir a la mayoría. De todos modos, como su posición en el estrato social era alta, había muy pocas personas a las que tenía que dar la cara.

Cuando el reloj dio las cuatro de la tarde, decidió que era hora de llamar a Charlton. Ya debería estar en casa. Marcó su número de teléfono y esperó a que alguien respondiera.

"¿Hola?", habló la persona del otro lado de la línea.

Serena reconoció su voz inmediatamente. "¿Charlton?"

Charlton sonrió al oír su voz. Tratando de hacer el ridículo, fingió no reconocerla. "Sí, soy yo quien habla. ¿Quién es?"

Serena también sonrió sabiendo lo que estaba haciendo. "Solo uno de tus muchos admiradores. Entonces, Lord Daniel, ¿podemos ser amigos por teléfono?"

Charlton se rió entre dientes: "Está bien, tú ganas. ¿Cómo estás? Te llamé anoche y me dijeron que ya estabas durmiendo".

"Estoy bien. He estado esperando tu llamada, pero sí, me quedé dormida. Tal vez sea por la novela aburrida que estaba leyendo. Entonces, ¿has hablado con tu madre? ¿Cómo se lo dijiste? ¿Qué te dijo?"

—Sí, lo hice. Bueno, le conté cómo sedujiste a su único hijo y lo convertiste en tu amante. Luego, le hiciste beber una poción de amor y cómo, debido a eso, ya no puede vivir sin ti en su vida. Ah, pobre muchacho.

"¡HOLA!" exclamó Serena desde la otra línea.

Charlton se rió. "Está bien, ¡es broma! Le dije que nunca me casaría con otra chica que no fueras tú y le pedí ayuda para convencer de alguna manera, o al menos hacer que su hermano, el rey, aceptara la idea de pedirte tu mano en matrimonio".

Los ojos de Serena se iluminaron: "Entonces... ¿cómo lo tomó?"

"¿De qué otra manera? Por supuesto, ella aceptó ayudarme. Aparte del hecho de que soy su único hijo, estaba feliz de que fueras tú. Le gustas y me temo que cuando seamos una familia, ¡te favorecerá más a ti que a mí! Siempre había querido una hija".

Serena sacudió la cabeza mientras sonreía, incluso cuando Charlton no podía verla. "Estás exagerando".

—No, no lo soy. Ayer salí de compras con ella y no tienes idea de cuántas baratijas eligió para ti. Ups, eso debería ser una sorpresa, no le digas que te lo dije. Serán sus regalos para ti más tarde. ¿Y te lo imaginas? ¡Ya está eligiendo ropa de bebé! Quiero decir, le dije que aún no tenemos ese plan, pero ella dice que sucederá pronto. Una vez que le proponga matrimonio y nos comprometamos, el matrimonio debería realizarse en menos de un mes, me dijo. No tiene sentido prolongarlo. Luego, un pequeño y lindo arbolito vendría justo después.

"Bueno, ella no está equivocada."

—¿Qué? ¿Puedes repetirlo? —preguntó Charlton nuevamente después de escuchar sus palabras. Su sonrisa llegó hasta sus oídos.

"Dije que no se equivoca. Me encantaría casarme contigo tan pronto como me lo propongas. Además, también espero tener una familia contigo", dijo Serena con la voz llena de risas.

Charlton siguió sonriendo mientras sentía que su pecho se expandía. "Te amo, Serena. Debes saber que cuando eso sucede, no hay nada más que pueda pedir en la vida".

"Yo también te amo. Te extraño... Desearía que pudiéramos estar juntos en este momento".

"Yo también te extraño. Sinceramente, quiero ir allí ahora..." dijo y luego suspiró.

—Está bien. Conozco la situación, lo que me recuerda que ayer intenté llamarte. Antes de que Leonard se fuera, me advirtió que tuviera cuidado y que también debería decírtelo a ti. También dijo que deberíamos limitar nuestras reuniones y contactos por el momento, ya que cree que Geoffrey te está siguiendo el ojo.

"Lo tendré en cuenta. Cuando vuelva, dígale a Leonard que le agradezco de mi parte".

"¿Crees que tiene alguna pista sobre nosotros? ¿Por qué, de lo contrario, te estaría vigilando?"

—No, al menos eso espero. Creo que me ha estado siguiendo por lo que le dije durante tu ceremonia de graduación. Intentó invitarme a su facción, pero me negué. Debe haberse sentido ofendido.

—Ya veo. Entonces... ¿has visto la invitación para el baile que ofrecerá la duquesa Ligeti la semana que viene?

"Sí, de hecho, ya envié mi confirmación. Solo pensar en el lugar me trae buenos recuerdos. Me pregunto si tendré la suerte de ver a mi amada entonces".

Serena se rió: "Tal vez".

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Después de que las dos hablaron, Serena escribió su confirmación en respuesta a la invitación. Luego, continuó con su día. Por la noche, regresó a su habitación y Mildred la ayudó. Bebió agua antes de acostarse en la cama y luego se durmió profundamente.

Mildred volvió a la habitación y revisó a Serena. Confirmando que estaba profundamente dormida, abrió la ventana para mirar afuera y dar la señal.

Al ver la figura encapuchada salir del coche, bajó para dejarlo entrar.