Era un hermoso y gran día para la estresante vida de la joven Julia Dudamel pero aún así se sentía emocionada y ansiosa por al fin conocer a la persona a la cual admira desde hace años atrás. Sus padres le comentaban sobre una tal “Maria Corina” la cual se enojaba si la llamabas “Mari Cori” pero éso para la joven graduada era bastante tierno a su parecer.
Cómo era un pleno martes en la madrugada, Julia se encargaba de acomodar todas las cosas que podría necesitar en el transcurso del día pero el sonido de su teléfono la interrumpe haciéndola correr rápidamente hacia el y tomarlo entre sus manos intentando callar sus sonidos ya que su familia se encontraba descansando. Se trataba de Oswald el amable hombre con quién había compartido su felicidad tras la noticia más importante de su vida hace un día.
Abrió rápidamente su iMessage y leyó aquel mensaje con rapidez.
“Señorita Dudamel; se me dió el gran gusto de poder ir a buscarla está mañana por ahí como a las 10:00am, espero este dispuesta a esa hora. Nos vemos”
La pelirroja no dejaba de sonreír como una boba con la idea de conocer a el “amor de su vida” como le gustaba llamarla en broma.
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Julia pasó esas horas que le quedaban en casa preparándose mentalmente y rezándole a Díos para que todo saliera bien. A pocos minutos de ser las 10:00am Dudamel se dió sus últimos retoques tomó sus cosas y esperó ansiosa afuera de su casa; cuando el reloj marco las diez exactamente no pasaron unos segundos cuando la camioneta de Oswald ya había llegado por ella.
Ella y Oswald se pasaron todo el caminó a la casa de María Corina Machado charlando sobre múltiples temas los cuáles para los dos eran interesantes, serios y graciosos. Julia ya podía notar como Oswald bajaba la velocidad dando señal que ya estaban por llegar a su querido destino.
— Muchas gracias, señor Os — Dijo la más joven con mucha más confianza en Oswald el cual sé propuso a sonreír.
— Fue un placer, señorita. — Hace una pausa mientras la ayuda a bajar de la enorme camioneta blanca
— Lamentó decirle que hasta aquí puedo acompañarla, sólo camine y toque la puerta al instante le abrirán.— Tranquilo Os, esperó verlo luego! — Dije mientras me despedí de el amablemente, observando como se alejaba en la camioneta.
Respiré hondo y me decidí a caminar hacia la puerta de la gran y hermosa casa que tenía al frente, mis nervios se apoderaban de mi cuerpo al tocar ese ruidoso timbre. Apretaba mí cartera con fuerza y más cuando la puerta se abrió dejando ver a una mujer linda por supuesto cómo de unos años más que yo.
— Tú debes ser Julia! — Preguntó la dulce mujer que de inmediato me dió la mano para estrecharlas.
— ¡La misma! es un gustó conocerla. — Dije nerviosamente mientras aún seguía sin dejar de sonreír.
— El gusto es mío joven, soy Sarah... Sarah Monroy. Tengo el gusto de llevarla a la oficina de María — La hermosa mujer hablaba con tanta delicadeza que podría haber entrado en un trance de tan solo oírla unos minutos más.
— Oh, Sarah... Es un lindo nombre, cómo ya debe saber, Soy Julia Dudamel. — Nuestras sonrisas parecían coordinadas por qué ninguna dejaba de sonreír.
Me adentre a la linda casa de mi nueva jefa prácticamente aún con Sarah a mí lado mostrándome algunas partes de la casa mientras sonreír y me envolvía en su atractiva mirada.
— Y esté es un baño, pero casi no es utilizad... — Sarah fue interrumpida por una voz demasiado familiar para mis oídos.
— Por díos Sarah, te he estado buscando. — Una impaciente María caminó hacia nosotras pero al percatarse de mi presencia se paró en secó mientras sonreía.
— ¡Mí estrella! Julia Dudamel, llegaste pronto, me sorprendes — La peli castaño me ofreció su mano para estrecharla y de mi boca no salia ninguna palabra por los nervios.Mis mejillas ardieron al escuchar a la mujer que robaba mis suspiros decir que yo era su estrella... sentia que mi corazóncito de pollo se saldría de mi pecho en cualquier momento.
— Siempre llegó rápido cuando una gran mujer necesita de mí. — Me maldije internamente por haber dicho semejante estupidez al frente de una mujer delicada, sería y respetuosa.
Sarah río al escuchar mis palabras mientras que Corina me miraba con una pequeña sonrisa intrigada aún sin quitarme los ojos de encima.
— Eres más impresionante que la última vez que nos vimos, debo felicitarte seriamente. — La mayor me dió una palmada en mi hombro antes de darse la espalda dijo.
— Sarah por favor, Oswald te necesita desde hace rato en la segunda plana, ve con él mientras yo me encargó de la señorita. — Sarah asintió mientras se despidió de las dos con una sonrisa para luego irse a dónde le había ordenado.
— Ven, nos dirigimos hacia mi oficina. No está tan lejos — Ordenó la mayor con seriedad.
Caminaba a su lado y me matarán por decir ésto pero podía oler todo su increíble perfume con olor a mujer elegante.
— ¿Tomás? No me gustaría que luego su madre se mortifique por usted. — Afirmó Corina mientras las dos entrabamos a su enorme oficina llena de algunos regalos de las marchas pasados o banderas y cuadros de Venezuela.
— Es irónico por qué desde mí graduación no he tomado, pero sería un gusto compartir un tragó con la mismísima María Corina. — Dije sonriente mientras me sentaba al frente de su escritorio y ella en su puesto diario.
— Una joven muy educada y hermosa como usted, prefiere consentrarse en asuntos más importantes que beber y éso habla muy bien de su persona. Éso es lo que yo notó cuando la miró. — Confesó la peli castaño haciendo que la menor sonriera de una manera tan sincera provocando que algo en el corazón de la mayor se estremeciera de tan solo verla reír.
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Una actualización después de tres mil años no cae mal, así que disfruten y espero les gustó bastante creo que este es el capítulo más largo y lo sería más sí no tuviera que ir a ver mis videos de yt antes de dormir; así que tal vez otra día les traía la siguiente parte de esta hermosa y larga historia. Podrán algunos preguntarse ¿Por qué no voy más rápido a el amorío? es por qué el amor lleva tiempo y dedicación, no puede sólo suceder algo así como así por qué yo como persona lo veo muy forzado en las historias. Sin hacerlo más largo, toddles y los amo! ও
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𝐋𝐨𝐨𝐤 𝐭𝐨 𝑌𝑜𝑢 | 𝐌𝐂𝐌
RomanceUna dura lucha entre dos mandos, el contrarió quería que todo terminase a su manera corrupta pero la ex-diputada Maria Corina Machado no permitiría que éso fuera así. Al llegar a cabo su gran campaña del partido su corazoncito de pollo decidió conoc...