CAPITULO 12

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Lui caminaba por los pasillos de la escuela escuchando los gritos y sonidos de los estudiantes divirtiéndose, ya sea charlando o jugando. Lui apenas tenia levantado la cabeza, caminaba mirando el suelo con una expresión cansada. 

Hasta que luego de unos minutos mas llego a la entrada de la escuela y como leyó en el mensaje ahí estaba Aiko. Ella estaba mirado el horizonte mientras tenia un Furoshiki en sus manos.


—¿mm?— percatándose de Lui —Eso fue rapido— dijo mirando a Lui que caminaba hacia ella

—Si... como sea— 

—Mfufufu... Te prepare un Sushi y Udon. Espero que con eso ya te recuperes— dijo suavemente y con una sonrisa

—Thc... No soy un niño para que me cuides— mirando a otro lado


Aiko, aun con su sonrisa tranquila, colocó su mano sobre su cabeza y comenzó a pasar sus dedos por su cabello con ternura y cariño


—En realidad.... Si lo eres...— dijo con una sonrisa y pasando su cabeza por su cabello


Normalmente, Lui habría reaccionado con furia si alguien se atreviese a tocarlo, especialmente en la zona de su cabello, un punto muy sensible para él. Cualquiera que intentara algo así habría recibido un golpe en respuesta. Pero Aiko era diferente. Ella fue la encargada de su crianza desde que era pequeño, y a pesar de sus impulsos agresivos, sabía que golpearla le traería más problemas.


—Por cierto...— cambiando de tema

—¿...?—  mirándola con curiosidad

—Escuche que tienes una amig-...— 


Antes de que pudiera terminar la frase, Lui detuvo el movimiento de su mano, agarrándola por la muñeca. Su agarre no fue fuerte ni amenazante, sino sorprendentemente suave, casi frágil.


—No se quien fue el que te dijo eso pero no es mi amiga—

—Lui...— murmuro en voz baja 


Apretando los dientes y mirando a otro lado como si no quisiera continuar con la conversación.


—Solo es una mocosa molesta que no sabe entender su lugar— respondió irritado

*Suspiro* No te puedo culpar. El hecho de que te hayas separado de nosotros durante 4 años te hizo... bueno, ya sabes— dijo con cierta resignación en su tono, intentando suavizar la conversación

—No entiendo...— 

—...?!—

—No entiendo porque todos piensan que me volví asi, solo por alejarme de ustedes— dijo con un tono de cansancio y odio

—...—

—Ya estoy harto de que ustedes me miren con tristeza y compasión. Nadie me hizo así, yo solo me volví así— dijo como si tratara de convencer no solo a Aiko, sino a sí mismo 


Aiko bajó un poco la cabeza, aun con su sonrisa en su rostro. Sabía que Lui había pasado por mucho, pero también sabía que él no aceptaría ninguna explicación que pudiera hacerle ver su dolor de manera distinta.

Masacre CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora