Casi Igualitos (Jack Kline)

2.Nuevos cambios.

Lucy Gama

Estábamos todos sentados a la mesa comiendo, celebrando que habíamos podido parar los planes de la Diablera, haber salvado a Mariana y honrando la memoria del padrecito, que dio su vida por la de su hija.

-Bueno, raza. Mucha risa, pero pongámonos serios. -Elvis se levanto de su silla y dio unos pasos, poniéndose a un lado de Keta, su hermana. - Pudimos detener a la Diablera esa, pero perdimos a Ventura. -Miro a Mariana que estaba sentada a mi izquierda y a la derecha de Nancy, la cual paso su brazos por los hombros de la niña formando un abrazo. - Así que ahora le damos un hogar a esta niña y una familia. -Tomo su cerveza y la levanto un poco. -Salud, por el padrecito. Donde sea que este.

Todos levantamos nuestras cervezas, menos Mariana, ella tenia un refresco. Todos dimos un trago a las botellas y vasos, de a poco las bajamos y antes de que todos iniciaran una nueva conversación, me levante.

-Yo...también tengo un anuncio.- Todos se giraron en mi dirección esperando que hable. -Estuve pensando esto un chingo de tiempo, por lo que mi decisión esta tomada. No tenemos una vida normal, pero yo quiero tratar de tener una...-Evite las miradas de Elvis y de Nancy. -Por eso me voy a ir.

La Keta con el Elvis y la Nancy se levantaron mientras de donde estaban y todos hablaban a la misma vez. No les entendí ni madres. El Indio con sus hijas estaban calladitos viendo el desmadre que se estaba haciendo. 

-¿Como chingados es esa mamada de que te vas? -Elvis se hizo a notar en el momento que bajaron la voz.

-Pues si. Quiero al distinto, wey. Ya me canse de estar peleando con los putos demonios esos. -Le dije resignada.

-¿Y a donde chingados te piensas ir o que? -Nancy ya se había calmado, pero estaba molesta. Me miraba con que ceño fruncido.

-Me a estados unidos. Kansas. 

-¿Pero por que te quieres ir? -Keta dio a notar su tristeza y desconformidad.

-Se que aquí esta mi familia, y están pendejos si creen que por irme se van a deshacer de mi. -El Indio soltó una risa. -Quiero un cambio. Conocer otras culturas y esas mamadas. Además...quiero ir allá por que se que no tendré la tranquilidad que quiero si me quedo con ustedes...por que chingan mas que presidente en elección. -Todos se rieron. -Ademas los llamare todos los días, con alguien tengo que quejarme por los gringos y sus estupideces. Así que mas les vale contestarme, hijos de madre. -Apunte a la mayoría-

-¿Y cuando te vas? -Pregunto Keta.

-En una semana. El chino me ayudo con un lugarcito, allá. Me dijo que vivía su tía, pero que lo mas probable es que ya se haya muerto. Eso me dijo -Todos fruncimos el ceño al recordar como era el chino con sus cosas.

-Bueno... Ahora levanten sus tragos por la chamaca que se nos va pa tener una buena vida. -Elvis en su rostro se podía notar que no estaba nada feliz de que me fuera, pero que aceptaba mi decision.

Todos volvimos a levantar las botellas y vasos, dando un lago trago.

Una semana después.

Estábamos en el aeropuerto, Elvis nos trajo junto a Nancy, Keta y Mariana. No faltaba mucho para que mi vuelo se anunciara, por lo que nos estábamos despidiendo. El primero en acercarse fue Elvis.

-Mas te vale no hacer ni una pinche estupidez, ¿me oíste? -Coloco una de sus manos en mi hombro, mientras me apuntaba con la otra. -Si alguien te hace algo, partele su madre al cabrón. Si es más de uno, usa mi regalo... -Lo mire esperando a que me diera algo, al ver que esperaba, comento. -No lo tengo aquí conmigo, wey. Pero e chino ya lo envío a donde te vas a quedar... Cuídate chaparra. Si no contestas mis llamadas o los putos mensajes, voy a ir y te voy a traer de vuelta.

No me dejo responderle cuando me dio un abrazo rápido para después soltarme y ponerse detrás de las chicas. La siguiente fue Keta. Me tomo de las manos y las estrecho entre las suyas. 

-No te metas en problemas, ¿okey? Cuídate y llámame si pasa algo... en especial si te pasa a ti.

-Tenme un poquito de fe, ¿quieres? Además, ¿que chingados puede ocurrir en un pueblito de Kansas? -La mire incrédula- Yo estaré bien, tu encárgate de cuidar a los pendejos que tenemos de familia. -Termine susurrando lo ultimo para que los demás no oyeran. -No estés triste, hablare con ustedes todos los días. Ya les prometí a Nancy y al Elvis hacerlo, y el Elvis ya me amenazo de que si no respondía me iría a buscar y me traería... Tu tranquila.

-Ay, si se, pero voy a perder a mi amiga...ahora me sera horrible aguantar al Elvis, no ves que  ahora esta con su cosa de convertirse en una empresa o algo así. -Su rostro se transformo en una mueca al tener que pensar en lidiar con las ocurrencias de su hermano. -Te quiero, no lo olvides... te voy a extrañar mucho.

Nos dimos un fuerte abrazo de despedida.

-Yo también te quiero, y te voy a extrañar un chingo... pero ya sabes, me tienes que mantener a día de las cosas que vayan a pasar. -Nos soltamos y ella fue con Elvis, la siguiente en despedirse fue Marianita. - Hola, escuincle.

-¿Es necesario que te vayas? Nancy va a estar sola...

-Tengo que... Y Nans no va a estar sola, te va a tener a ti y tu la vas a tener a ella... Cuídense entre las dos. -Puse mis manos en sus hombros y los masajee un poco. -Ya eres de nuestra familia. Mi familia y no te vamos a dejas, ¿Entiendes?

Mariana solo asintio con la cabeza y se lanzo a darme un abrazo, por su tamaño solo podía abrazar mi cintura, por lo que me incline un poco y la abrace de mejor manera.

-Te voy a extrañar Lucy.

-Y yo a ti, escuincle.

Nos separamos del abrazo y limpie una lagrima de su mejilla. Le di un beso en la frente y se fue con Keta, a quien abrazo. Mire a Nancy esperando que se acercara, pero la mensa no dio ni un paso. Camine hacia ella y agarre la camisa que llevaba puesta, tirando de ella y abrazándola cuando llego a mi.

-No te estoy abandonando, lo sabes. Pero necesito hacer esto, no quiero estar toda la vida luchando contra demonios y metiéndome a los mismos para pelear con os pendejos. -Nancy de a poco fue levantando los brazos hasta devolver el abrazo que yo había iniciado.- Se que estas triste por lo del padrecito, pero lo más probable es que este en el cielo... si es que existe... Puto dios.

Nancy se rió.

-Chingado dios. Pero bueno, bien dicen por ahí... Dios les da sus peores batallas a sus mejores guerreros ¿no?

-Pues que ya nos suelte, ¿no crees? -Nancy se separo del abrazo. -¿Estarás bien?

-No soy yo quien se va, pendeja.

-No, pero aun así soy la mayor y eso seguirá igual... Eres mi hermana, mi otra mitad. Así que estas estúpida si crees que porque me voy del país te vas a deshacer de mi... Te seguiré molestando incluso después de muerta. Te voy a jalar las patas cuando estés durmiendo. 

-Estúpida... Te voy a echar de menos.

-Y yo a ti, rata.

Nos dimos el ultimo abrazo y poco después se dio el llamado a los pasajeros hacia estados unidos. Entre todos nos dimos un abrazo y camine hacia la puerta de embarque. 

-Cosas buenas vendrán. Estoy segura.