🛣️🐰

35 2 4
                                    

Siento como el sol abrazador de la mediatarde tiñe mi piel de un color rojizo intenso.
Mis piernas ya no dan para más luego de tan larga y mortal caminata, no sé ni cómo logro mantenerme aún de pie.
Mi boca se encuentra tan seca como un desierto, la deshidratación se hace cada vez más evidente.
¿Así que esto es viajar a dedo? Es un asco. No entiendo cómo pude permitir que mis "amigos" me convencieran de hacer esto, el colectivo no estaba tan caro como dijeron.
Repentinamente comienzo a sentir un pequeño cosquilleo en mi tobillo, nada doloroso pero si algo molesto. Al acercarme más para poder verlo bien -y ya con algo de fatiga encima- comienzo a divisar un pequeño... blanco... y peludo... ¿Conejo? ¿Qué hace un conejo por estos lugares? La ruta está vacía, acá no hay nada para ellos.
Como puedo me agacho y levanto al animal, sintiendo su miedo y confusión. Debe de estar tan hambriento como yo.
"¿Vos también estás perdido, mi amor?" le pregunto, claramente no obtengo respuesta alguna. Pero hay algo más. Él necesita algo de mí.
No puedo explicar bien qué es, pero él necesita algo de mí, puedo verlo en sus ojos. Puedo oír como le ruge la tripa. Necesita comer.
Pero ya no me queda nada, ni agua, ni comida, ni fuerzas. Tan solo quedo yo y mi mochila, y los conejos no comen mochilas.
Al primer segundo que me descuido mi diminuto acompañante aprovecha para meterse en mi mochila a husmear. Unos momentos después vuelve a mi lado, ahora con una cuchara en su boca. Olvidé que llevaba una.
No deja de mirarme a los ojos, todavía sigue con hambre.
"Pero yo no tengo nada, ya lo sabés". No le importa, me sigue mirando. Está juzgando mi alma, puedo verlo.
Me voy a ir al infierno, y todo por no alimentar a un conejo que me encontré en la ruta.
Sus ojos siguen clavados en los míos, y no me quedan fuerzas para decirle que no. Hace rato que ya no se ve pasar a ningún auto, supongo que no queda nada más poe hacer.
El conejo necesita comida, y finalmente entiendo qué se le antoja.
Tomo la cuchara que me entregó y lentamente voy acercándola a mi cara, mientras el conejo solo se resigna a admirar la escena en pleno silencio. Cada momento que pasa siento más y más angustia, pero esto es algo que se escapa de mi control.
Lentamente voy ingresando la fría cuchara de metal por debajo de mi párpado, aguantándome el dolor. Por reflejo cierro mi mano libre en forma de puño y lo pongo en mi boca para poder ahogar mis propios gritos.
Sangre comienza a brotar de mi globo, manchando mi cara y mi ropa.
El conejo solo me mira, ansioso.
Finalmente termino de desprender mi ojo de mi cuenca.
Ya no hay más dolor que aguantar, ya no hay más gritos que ahogar.
Alejo la cuchara de mi cuenca vacía, balanceando mi ojo en ella.
Con las últimas fuerzas que me quedan dejo la cuchara en el suelo y esbozo una gran sonrisa triunfal.
El conejo por fin va a comer.

~Aggus. 🪐

🕰️; 𝑭𝒖𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒐𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora