14. the plan

15 4 0
                                    

-no podemos darle la varita- protestó Yaoyorozu después de que el blondo les explicará el trato

-pero si no lo hacemos, Shoto muere- protestó Kaminari

-okey, entonces hay que darle la varita- contradijo lo anteriormente dicho por ella misma

-no, entonces el reino estará condenado- negó Eijiro

-el reino....¡La impresora 3D!- comentó el blondo

-claro, imprimiremos una varita- Kiri hizo click con Bakugou

-y cuando la prueben sabrán que es falsa- añadió Yaoyorozu

-para ese entonces ya nos habremos ido, necesitamos una distraccion-

-hay químicos en la casa de chisaki, podría hacer bombas de humo- ofreció la chica

-sí, perfecto-

-entonces iremos a UA y regresaremos lo más pronto posible- comentó Kaminari

-sí, sean cautelosos, nadie puede enterarse- pidió Momo

-claro, ¿Con quién crees que estás hablando?- añadió Eijiro

-todo tiene que estar antes de las 12-

-entendido- asintieron todos

Ambos chicos regresaron a la limo dispuestos a volver al reino a cumplir su tarea.

Al llegar no se percataron de que cierta rubia estaba en su habitación usando la impresora sin permiso.

-¿estás aquí de nuevo?- le miraron mal ambos

-solo venía a imprimir, una corona- dijo tomandola para intentar escapar

-ah no, mi impresora, mi corona- se la arrebató el rubio

-pero-

-largo- le gritó Eijiro

-debemos darnos prisa- dijo a su amigo

-sí, ya la estoy mandando- la rubia ojeó el telefono

-¿para que quieren una copia exacta de la varita?- cuestionó

-oh...¿para que la queremos Kiri?-

-no sé bro- fingieron demencia

-porque Shoto está capturado- una voz ajena se escuchó

-¿el perro habla?- cuestionó la chica

-ugh, esta bien, secuestraron a shoto y vamos a salvarlo, pero ni una palabra a nadie- amenazó el rubio

-ah sí, no se preocupen- asintió -pero en dado caso que le llegara a pasar algo...ustedes creen que...no lo sé, ¿yo sería una buena reina?-

-no digas blasfemias- le corrieron de la habitación

Mientras tanto, Katsuki y Yaoyorozu se dirigieron al salón de belleza de chisaki para hacer las bombas de humo, viendo a Eri mirando algo en el momento en el que abrieron la cortina.

La pelinegra caminó sigilosamente, parándose junto a ella, haciéndola gritar de emoción y abrazarla cuando la encontró.

-¡volviste!- celebró

-sí...solo por un tiempo- explicó

-sí...lo sé, ¿cómo es allá?¿a que sabe el helado?¿los castillos son tan grandes como imaginamos?- la bombardeó con preguntas

-es mágico, de hecho, la escuela es un castillo enorme, tanto que cada alumno tiene su dormitorio compartido de dos, y hay una inmensidad de sabores de helado, pero en cuanto los tomas rápido, te duele la cabeza- respondió

The PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora