vivir así (es morir de amor) /hyunin (ABO)

5. mi serenidad se vuelve locura (parte 3)

Esa mañana, como usual, se despertó para prepararse para su día. Pero a diferencia de los días anteriores, encontró a Hyunjin sentado en la mesa del comedor, tomando un jugo de naranja y leyendo lo que parecían ser historietas cómicas.

"¿No deberías estar leyendo el periódico o tomando un café amargo?" preguntó. Hyunjin se sobresaltó al oír su voz.

"Esto no es una película de los cincuenta, Jeongin. El café es malo. Y ya leí la sección de noticias, estoy leyendo estas tiras cómicas para alegrar mi día. Tu deberías leer un poco también, a ver si se te quita la cara de amargado."

"Estoy amargado porque tu estás aquí, perturbando mi mañana. Pensé que ya habías partido al trabajo."

"La junta se canceló, así que pensé en acompañarte con mi melodiosa voz."

"Media-odiosa, querrás decir" insistió Jeongin, con una sonrisa burlona.

"¿Disculpa?" preguntó Hyunjin ofendido.

"Ya que estás aquí" comenzó el omega, esquivando el tema "deberías acompañarme a hacer unas diligencias de la boda. Al menos por una vez."

"Pensé que ese era tu trabajo" le dijo.

"¿Perdón?" preguntó ofendido "esta boda es de los dos, no solo mía. Es más, si por mi fuera, nos casaríamos en el ayuntamiento y no nos veríamos hasta después de la luna de miel."

"¿Entonces no has sido tú el que ha encargado los arreglos florales carísimos a mi tarjeta?"

"Hyunjin, ni siquiera sé cuándo es tu cumpleaños, peor aún conozco tu número de tarjeta. Son nuestras madres las que se encargan de todo eso, yo simplemente las complazco para que me dejen en paz" respondió.

"Creí que estaban organizando todo como tú querías. ¿Hay algo que no te guste?"

Todo, quiso decir. Ni el pastel, ni su traje de novio, ni su lugar de casamiento. Nada, absolutamente nada. Pero Hyunjin parecía genuinamente interesado en su respuesta. Simplemente dijo: "El traje. Es de un color blanquecino porque soy un omega, pero quería casarme en algo que tuviera mis colores favoritos. Dorado."

"Entonces eso es lo que tendrás."

"Es un poco tarde para hacer arreglos, Hyunjin. Y no creo que nuestras madres estén de acuerdo. Hasta Minho se casó de blanco y sabes como es respecto a las normas omegas. Déjalo ser."

"No le tengo miedo a mi madre, omega. Si quieres un traje dorado, entonces un traje dorado vas a tener."

Resultó ser más fácil decirlo, que hacerlo.

La madre de Jeongin cedió después de algunos intentos y unas sonrisas encantadoras y muchos comentarios de Ahora entiendo de dónde sacó Jeongin su belleza, lo que hizo sonrojar a madre e hijo por igual. Pero su madre era una roca firme, indispuesta a moverse e insistiendo en que Los omegas debían casarse vestidos de blanco, sin importar qué.

Hyunjin se enfureció más. Le había prometido que al omega que tendría su traje dorado en la boda y lo cumpliría. Las sonrisas que Jeongin le lanzaba cuando creía que no estaba mirando fue un incentivo más en su búsqueda por cumplir la misión. Era un hombre de palabra.

"Te dije que no, Hyunjin. Punto final."

"Pero mamá" refunfuño "es lo que Jeongin quiere."

El susodicho en cuestión lo miró sorprendido. Traidor, le dijo en su mirada. Como un niño acusándolo con su mamá. Hyunjin le guiñó un ojo.