3. siempre se repite esta misma historia (parte 1)

78 16 1
                                    


No fue fácil aprender a compartir espacios con un alfa que era una calma antes de la tormenta. Hyunjin, como un milagro de navidad, comenzó a comportarse cordialmente con él, incluso con tintes de amabilidad, lo que lo sorprendió demasiado. Pero una postura tensa caía sobre él cada vez que tenían que interactuar o pasar tiempo juntos.

Jeongin hacía lo mejor que podía para llevar a cabo su relación falsa, con sonrisas torpes y toques genuinos, pero Hyunjin se frenaba muchísimo cuanto tenía que tocarlo. Apenas le rozaba la muñeca y luego lo soltaba, como si su piel quemara con total intensidad. No era muy elocuente con los detalles de su supuesta relación, así que Jeongin tenía que ponerse al hombro todo su show y hablar y hablar y hablar.

Hablar de su supuesto noviazgo, que se mantuvo en secreto para esconderlo de las miradas curiosas y las bocas viperinas de la alta sociedad.

Hablar de la maravillosa propuesta de matrimonio de Hyunjin, llena de todos los lujos y suficientes actos de un amor que eterno, que parecían encantar a las débiles mentes de los idiotas ricachones. 

Cuando en realidad, la madre del alfa le había ofrecido el anillo de su abuela sin contemplaciones y se había tomado una foto juntos en un almuerzo familiar al que asistió de mala gana.

Hablaba tanto y con tanto sentimiento de su propuesta falsa, que una parte de él se sintió tan triste al pensar que nunca podría tener eso. Que nunca estaría tan enamorado que contaría resplandeciente su propuesta de matrimonio a cualquiera que le preguntase.

Hyunjin lo miraba con curiosidad, pero nunca abordaba el tema. Simplemente sonreía y decía: "Soy un alfa enamorado de su omega. Daría todo por él" con tanto énfasis que, por unos minutos, Jeongin quería creerle. Pero luego se subían a la camioneta, con la voz del chofer deseándoles buenas noches como único sonido. Con un Hyunjin, que le prometía verlo pronto y que se cuidara pero que asistía tarde a sus preparaciones de la boda, a las pruebas del vestuario, a la elección del pastel y a los almuerzos familiares. Jeongin simplemente hundía ese pensamiento. 

Planificar una boda era duro.

Él lo sabía. Había sido parte de la comitiva que organizó la boda de su hermano y su mano derecha, que era su obligación como padrino de la boda. Incluso aunque Minho había insistido en casarse en el juzgado con un simple traje mientras comían comida rápida, Jeongin vio la felicidad que deslumbraba al verse rodeado de sus más cercanos mientras compartía el mejor momento de su vida.

Los acompañó, a él y a Seungmin, que se tomaban el tiempo de buscar lo mejor de lo mejor para su boda, incluso aunque fuese para un número reducido de 20 personas, que eran las únicas que mantenían lazos con ellos. 

Se sentó ahí, viendo a su cuñado llorar (y llorando un poco en el proceso) al ver a su hermano con su traje blanco, riéndose de sus caras sonrojadas. Pero luego Minho lloraba junto a ellos y besó a su alfa con tanta dulzura que Jeongin no podía pensar en más que enamorarse tan fuerte, tan loca y tan irremediablemente como ellos.

Ahora esos sueños eran espuma, junto a sus deseos de libertad.

"Creo que un color crema quedaría mejor con su tono de piel" afirmó su madre, rompiendo sus pensamiento.

"Sí" respondió su futura suegra, pensativa "pero el blanco es tradición para los omegas."

"¿Qué hay de un coral blanquecino? Tenemos algunos modelos nuevos por aquí..." murmuró la dependienta. Las mujeres se dejaron llevar por las ideas de cortes finos, colores resplandecientes y el deseo de gastar dinero en una boda que reivindicaría su posición social.

vivir así (es morir de amor) /hyunin (ABO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora