ʜᴏᴜsᴇ ᴏғ ᴛʜᴇ ᴅʀᴀɢᴏɴ
❝ Una Joven Lady y Un Joven Caballero❞
🕯𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞𝐧𝐭 𝐇𝐢𝐠𝐡𝐭𝐨𝐰𝐞𝐫🕯
Desde que la Reina Aemma había sido acogida por el extraño la Fortaleza Roja se veía fría y desolada. La calidez y la alegría que había antes se había esfumado en un abrir y cerrar de ojos.
Toda la familia real la estaba pasando muy mal, incluida la pobre de Alicent. Quien en cuanto la Reina que la protegía pereció, su padre no dudo en encajarse sus garras para sus planes malévolos.
—¿Cómo se encuentra la Princesa? —pregunto el hombre de cabellera peli rojiza sin apartar su vista de los pergaminos frente a él.
—Tan bien como puede estar después de perder a su madre, ¿cómo está su majestad? —cuestiona la pequeña Hightower mirando con duda y miedo a su padre.
—Muy mal. La Reina era su motivo de alegría...—el hombre dejo los pergaminos de lado y miro directamente a su hija. —De hecho, por ese motivo es que te llame. Eres una joven linda, sincera y empática, me gustaría que fueras a consolar al Rey.
Alicent no lograba comprenderlo del todo. ¿Cómo consolaría al Rey estando este todo el tiempo en sus aposentos? Era muy mal visto que una Lady ya sea soltera o casada estuviera a solas en una habitación con un hombre. A demás, ¿de qué hablaría al Rey para consolarlo? La pelirroja no lo conoce a profundidad.
—¿En sus aposentos? —la joven pregunto dudosa. Rogando por haber entendido mal.
—Alicent sé que eres una chica inteligente...—fue lo único que dijo su padre antes de volver a posar su mirada en sus pergaminos.
La joven estaba completamente estupefacta, sin querer creer lo que su padre le estaba pidiendo. Consolar al Rey, ella sabía que no hablaba de consolarlo con palabras. ¿Cómo su padre podría pedirle tal cosa? Eso era reprobable ante los Siete, ante la religión y crianza que él le enseño.
Alicent tuvo que obligar a su cuerpo a reaccionar, para salir del despacho de su padre. Mientras estaba a punto de llegar a la puerta escucho como su padre volvía hablar, haciendo que su sangre se congelara y el terror la inundara aún más por lo dicho.
—Ponte uno de los vestidos de tu madre —ordeno el hombre sin importarle los sentimientos de su hija.
Los vestidos de su madre eran una reliquia preciosa para ella. Era lo único que le quedaba de la amada mujer. Alicent los guardaba como el tesoro que eran para el día en que se convirtiera en una Dama al desposarse con alguien. Pero su padre quería que los usara para un acto tan despreciable.
Sin poder aguantar más todos los sentimientos y pensamientos que la abrumaban en ese momento, corrió lo más rápido que sus pies se le permitieron, queriéndose alejar de la oscuridad a la que su padre quería arrastrarla. Mientras corría por los fríos y desolados pasillos de la Fortaleza, lágrima tras lágrima caían de su bello rostro. Sin saber como, llego al árbol de al anciano donde solía pasar tardes alegres y tranquilas en la compañía de la Reina y Rhaenyra. Pero ellas no se encontraban ahí, lo que recibió Alicent fue la vista de un árbol solitario que parecía estar en sufrimiento, un viento frio que movía las ramas y las flores que parecían marchitas.
ESTÁS LEYENDO
𝐌𝐲 𝐆𝐫𝐞𝐚𝐭 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧|ʜᴏᴛᴅ⚘️🐎
Fanfic𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜|ʜᴏᴛᴅ 𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞𝐧𝐭 𝐇𝐢𝐠𝐡𝐭𝐨𝐰𝐞𝐫 ⚔️ 𝐇𝐚𝐫𝐰𝐢𝐧 𝐒𝐭𝐫𝐨𝐧𝐠 ⚘️|La Reina Aemma Arryn había perecido en uno de sus tantos partos, dándole así la oportunidad a los buitres que querían poner a sus hijas como Reina Conso...