Emma:
Mis mejillas volvieron a ponerse rojas, mientras solo pude soltar una risa nerviosa, sin ni siquiera procesar bien lo que la pelirroja había dicho.
Seguramente
Pensé...-me hubieses pedido el beso si no hubieras tomado? -pregunto un poco más cerca de mi, aún con ese tono coqueto-
Para así jugar con algunos mechones de mi cabello entre sus manos.
-no, no lo sé -casi tartamudeé nerviosa gracias a la cercanía de nuestros cuerpos y rostros-
-vamos mami, no lo niegues -susurro está vez en mi oído- ambas sabemos que te mueres por un beso -susurro al igual para así acercarse aún más a mi rostro-
Sus manos bajaron a mi cintura, mientras su nariz rozaba la mía y nuestros labios casi se tocaban.
Mi estómago empezó a sentir esas mariposas de las que todo enamorado habla y mis manos comenzaron a sudar aún apoyadas a los bordes de aquella butaca de cuero.Estábamos apunto de besarnos, o más bien ella besarme a mi, cerré los ojos al sentir el leve rose de sus labios con los mios y esperé, esperé un beso que nunca susedio gracias a que aquel chico apareció en el momento menos preciso.
-Good morning Besties -saludo en un grito aquel chico que bajaba por las escaleras con una gran sonrisa-
Para que así María Victoria se separase de mi al instante y yo abrirse mis ojos mirando al individuo con miedo, miedo a que halla visto algo, a que lo sospeche, miedo a que sepa mi secreto mejor guardado...
-Fuck Bona -se quejo María Victoria casi en un grito-
-yo también me alegro de verbe Vicky -hablo el chico para reir y dejar un beso en la mejilla de su amiga- hey Emma, que madrugadora, no? Anoche te pusiste bien pal' garete baby -hablo el chico burlesco para tocar mi hombro-
Y poco tardar en dirigirse a la eladera.
-no hay leche? -pregunto mirando aquellos estantes-
-no, hay agua de coco -señalo María Victoria el estante superior-
-mejor -hablo el chico feliz para agarrar aquella botella de litro y medio-
Yo no dije nada, tan solo miraba el panorama intentando asimilar lo que casi pasa.
Al parecer fuimos lo suficientemente rápidas para separarnos a tiempo, porque aquel chico no parecía haberse percatado de nada.-Voy a subir a la habitación de nuevo -avise- aún me duele la cabeza
-okay, si Mauro se levanta dile que estamos en la playa -hablo María Victoria sonriente- descansa
-gracias -hable sonriente para así subir aquellas escaleras-
Mientras caminaba a la habitación pude escuchar voces un tanto alteradas procedentes de la habitación de Mariana, pero pensando que estaría hablando por teléfono no puse mucha importancia.
No hasta que vi que Mauro no estaba en la habitación y comencé a echar aquellas voces totalmente claras y aún más altas.-eres imbécil -grito mariana- como carajo vas a obligarla a casarse?
-no fui yo, sus papás lo hicieron -hablo está vez mauro- yo tampoco quería casarme Mariana lo sabes perfectamente
-y porque carajo lo hiciste Mauro?
-por papá y mamá, aunque no habléis siguen existiendo
-sabes perfectamente que no es mi culpa que no hablemos
-y tampoco mía, asique para de hacer con que es mi culpa
-se que no lo es, pero no tienes porqué someterte a ellos, ya eres un hombre grandecito, deberías decidir tú vida y con quién la compartes, no crees?
-ya perdieron un hija Mariana, no voy a hacerles eso
-no la perdieron, la sacaron ellos, pero sabes que? Has lo que te dé la gana -fue lo último que se escuchó antes de aquel portazo-
Yo tan solo me quedé allí, en la habitación, confundida por muchas cosas, primero por lo que casi pasa con María Victoria y segundo por aquella discusión de Mauro y Mariana.
Realmente estaba a favor de Mariana, no entendida porque seguís a los pies de sus padres si según el no le hacía gracia, no entendía porque no se venia a puerto rico con su hermana y ya, no era tan difícil.
O quizás si, al final yo también me sometía a mis padres por las ansías de sentir una pizca de amor el cual jamás sería real.Acabe durmiéndome un par de horas más, para despertar y recordar que María Victoria, Mauro, Mariana y Bonaroti estarían en la playa, que un nudo se hiciera en mi garganta.
No sabía nadar, ¿Como se suponía que lo hiva a saber si nisiquiera había visto el mar jamás?.
Me metí a la ducha, para así darme un baño y ponerme aquel bikini sin extrenar, un vestido blanco, las sandalias y después de agarrar una toalla, tan solo bajar las escaleras, encontrándome allí a Mauro, el cual agarraba algo de la heladera y lo metía en otra portátil.-Buenos días -salude amable bajando las escaleras- que haces?
-ya nos tomamos todas las frias, vine por más -hablo este para enseñarme un botellín de cerveza- vienes?
-si -hable sonriente-
Aunque el mido invadía mi cuerpo segui al moreno hasta la playa, sin duda el mar era hermoso y aquella arena amarilla super suave.
-ven, estamos aquí -me indico Mauro, mientras caminaba en bañador y con la nevera en sus manos, hasta una sombrilla azul-
-Hey Emma -saludo Bonaroti sonriente, el cual tenía un coco en la mano-
-estas bebiendo agua de coco, de un coco -pregunte como una niña pequeña-
Jamás había visto aquello, jamás había visto un coco.
-si, quieres? Está rica -hablo el sonriente extendiéndome el coco y poniéndole en este otra pajita (popote, bombilla,...) .-
-gracias -hable sonriente aceptando aquello-
-hey Emma -escuche a mi espalda-
Para al darme la vuelta quedar completamente estática al ver a la pelirroja con un bikini azul marino, completamente empapada y corriendo hacia nosotros.
Mientras Mariana venía tras ella con un bikini amarillo.-menos mal que te despertaste, imaginate perder un día tan lindo de playa -hablo parándose frente a mi- uy agua de coco, puedo? -pregunto agarrando aquel coco-
-si, si claro -tartamudee nerviosa-
-todo bien? -pregunto está vez Mariana- estás muy roja
En ese instante la vergüenza me mataba, era uno de esos momentos de "tierra trágame",¿pero que podía hacer? Exactamente, tan solo agachar la cabeza y soltar una risa nerviosa.
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Una condena por amor silenciado (Young Miko)
Cerita Pendek¿Acaso es delito amar? ¿Acaso está mal querer ser amado? ¿Realmente te importa con quién me acuesto?