Rebelión

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Las cosas por fin habían dado un giro sorprendente para Cait y Vi ya que en cuestión de minutos, el resultado de la desastrosa redada que Vandis realizó en el distrito suburbano se filtró a través de los comunicadores, dándole así al consejo la oportunidad de finalmente pasar a la acción quitando finalmente al comandante de su cargo y declarándolo como fugitivo, todo mientras el propio Vandis lanzaba improperios a diestra y siniestra en las humeantes ruinas de la antigua guarida Jinx. Jayce no perdió el tiempo y le dio luz verde al capitán Yarrick de proceder inmediatamente contra Vandis y su Fuerza Privada una vez que regresasen a Piltover.

- ¿Es en serio capitán? - Cait había regresado a la estación hacía apenas unos cuantos minutos cuando recibió la llamada de Yarrick, apenas y podía creerlo.

- No es broma, ya tengo la orden del Concejo, lo quieren preso de inmediato. necesito que vuelvas a los puentes y los vigiles todos, me estoy moviendo a la jefatura del Centro para arrestar al Sheriff Chambers, es leal a Vandis y no puedo permitir que le avise. Purgaremos el departamento de esa escoria Cait, tenemos una oportunidad de que la paz regrese.

Paz, por desgracia, Cait no lo veía posible. El Concejo aún estaba en manos de extremistas que estaban además encabezados por Jayce Tallis y con ellos dirigiendo la Ciudad del Progreso, solo sería cuestión de tiempo para que el puesto de Vandis fuese ocupado por otra marioneta política igual o peor que él. Si Cait quería que la paz volviese, el poder debía cambiar de manos, pero sin duda, deshacerse de Vandis era un paso importante en tan noble meta.

- Tal vez Capitán, tal vez así sea.

- Les daré el honor de ponerle las esposas al bastardo, llévenlo a Stillwater y pueden retirarse, mañana habrá jaleo en toda la ciudad por este actuar y necesitaré a todos los oficiales .

- Enterada, pero me quedaré unas horas más capitán, sufrí dos bajas y debo escribir cartas a las famlias.

- De acuerdo Cait, envíeme un telegrama de las cartas cuando las termine y yo mismo las entregaré a las familias, mis más sinceras condolencias Cait.

- Se lo agradezco, procederé a acatar la orden, cambio y fuera.

Una vez que Cait colgó el teléfono de emergencia, Vi llegó al despacho de Cait, tras huir de la ambulancia, traía café para ambas pero cuando vio el semblante de su novia, supo que no irían a casa a descansar después de todo, 

PUENTE OESTE DE PILTOVER - 1 HORA DESPUÉS

Todo había salido mal, Vandis estaba más que furioso, lo que le sigue sería lo apropiado, su fracaso no sería bien visto por los concejales y quizás debería adelantar sus planes, ya sospechaba de ellos desde el funeral de Camille y estaba seguro que planeaban destituirlo, pero esperaba no llegar a esos extremos, primero intentaría culpar a la enemiga pública de la ciudad, después de todo, esa era la guarida de JInx y las probabilidades de que hubiese dejado recuerditos siempre eran altas y si fallaba, tenía un "AS" bajo la manga.

El auto de Vandis encabezaba el convoy con los camiones artillados tras su vehículo y a los lados estaban los dos dirigibles  privados, uno con solo la mitad de su contingente por la pérdida de  20 mercenarios en la explosión. Dado que Vandis no quería llamar la atención de la prensa, prefirió entrar a Piltover usando el puente oeste que era uno de los menos vigilados pero vio con desagrado que había más presencia de vigilantes de la normal y eso le extrañaba, de hecho, la frecuencia de radio policial estaba en silencio desde hacía media hora.

- ¡Alto! - Uno de los vigilantes lo detuvo y tras él, media decena de reflectores se encendieron, cegando momentáneamente a Vandis.

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