Capítulo XVI.

113 7 17
                                    

¡ Advertencia !

Esta historia tocará algunos temas sensibles como el maltrato psicólogo, verbal y algunas escenas con violencia explícita, por lo que tengan presente en todo momento que esta es una obra de ficción, que no busca promocionar el hate en contra de ningún streamer involucrado y que, en caso de ser sensible a alguno de estos temas, siempre se puede suspender la lectura.¡Sean respetuosos!

¡Sean respetuosos!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

03 | 09 | 2024.



   Al final, padre e hijo resultaron teniendo un día bastante agradable, donde disfrutaron parcialmente de un ambiente tranquilo, e incluso, con una calidez familiar. Spreen, al ver que su hermano se había animado a salir de su cuarto después de semanas sin hacerlo, decidió encarecidamente darse un descanso de la competencia y de las aventuras por ese día, para dedicarlo en su lugar a pasar tiempo de calidad con su familia, hablando y riendo mientras hacían las labores del huerto, hasta que se sumaron Shadoune y Quackity con invitaciones a hacer otras actividades más dinámicas como jugar a algo o bailar.

   A causa del desánimo, Missa no se hallaba del todo interesado en participar en las actividades, por lo que todos respetaron su decisión y se limitaron a integrarlo de otras formas. O al menos, así fue hasta que el mismísimo Shadoune se le acercó, agitado por la adrenalina del momento y pidiéndole de la forma más animada que viniera a jugar, aunque fuera de forma breve, con él, cosa a la que, por insistencia del francés, Missa ya no se pudo negar.

   Gracias a ello, ahora estaba agotado. Entre el esfuerzo físico de las actividades y las conversaciones fluidas, su batería social se sentía al límite del colapso. Por suerte, ahora él y su padre se encontraban completamente solos en el área de la cocina preparando juntos lo que sería la cena de ese día, mientras que de fondo se escuchaban los gritos y las risas de su hermano y sus dos mejores amigos jugando en la sala de la base a un juego de mesa casero que el híbrido de pato se había inventado. Una especie de "Monopoly latinoamericano", o algo así había dicho él.

   Mientras corta algunas verduras para el caldo, su padre se encarga de sazonarlo y removerlo en el fuego. En silencio bastante agradable los rodeaba, a veces brevemente interrumpido por las peticiones que le hacía el castaño a su hijo, junto con el fresco aroma del pan que recién hecho terminando de cocerse en el horno.

   Era una paz demasiado agobiante para él.

― ¿Missa?

   Se escuchó al Rubius preguntar de forma repentina, portando una voz cargada de preocupación al mirar al mayor de sus hijos, pues, el pelinegro se había alejado de la mesa donde antes cortaba las verduras como si se hubiera quemado con ella. Por un segundo, Missa juró sentir como si un par de brazos lo tomaran por la cintura e, incluso, juró haber visto a un cordero degollado bastante conocido para él entre sus manos apenas un segundo antes de dar el último corte. Se asustó, por cómo la inmersión en sus pensamientos se mezcló con su realidad de golpe y quiso llorar de la ansiedad, antes el recuerdo tan claro de aquellos días amargos, como si estuviera viviéndolos en carne propia nuevamente.

𝐎 𝐒𝐎𝐋 𝐄 𝐀 𝐋𝐔𝐀 | Missaborn/Shadissa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora