Campeones y Dioses

1.2 Soy... (Parte 1)

Después de eso, pasaron varios minutos en los cuales simplemente me quedé acostado al lado del pozo. Permanecí ahí, pensando en todo lo que había pasado. Pehua, por su lado, se limitó a mantenerse sentado junto a mí. Mi nuevo amigo se dio cuenta de que necesitaba un momento de respiro para asimilar todo lo que estaba pasando, y no dijo ni una sola palabra en todo ese tiempo.

Quizás por el impacto, el aire "fresco" o simplemente por el tiempo que había pasado, mi mente comenzó a sentirse lúcida de nuevo. Pude sentir cómo mi agitado cerebro volvía, una vez más, a su ritmo habitual.

«Para empezar, era evidente que había sido transportado a un mundo diferente, uno que definitivamente no tenía ni una pizca de la comodidad del pasado. La aparente época y la existencia de Pehua eran más que pruebas suficientes para mí... No me hacía falta ver un rey o algo similar para determinar que me encontraba en algún tipo de mundo medieval. Entonces... ¿Yo era lo que aquel dios mediocre llamó "campeón"?», di vueltas en mis pensamientos mientras frotaba mi cabello, en gran parte intentando sacudirme esa gran incomodidad que sentía.

«Un momento... Detente a pensar bien... ¿Fui enviado a una especie de etapa medieval temprana, o una etapa antigua, mediana o alta? Admito que todas esas horas leyendo historia de mi propio mundo, al fin y al cabo, podrían terminar por servirme de algo. Eso estaría genial, darle utilidad a algo que parecía inútil... Supongo que es algo bueno que rescatar de esta situación tan... horrible. Supongo que... Esto debe ser una etapa medieval. ¡O por lo menos así lo consideraré hasta que encuentre alguna prueba de industria o armas de fuego!»

«¡Mh! Un momento... ¿Acaso existe la magia? Hace poco había hablado con un dios, si podemos asumir que los dioses existen en este mundo, también podríamos decir que existen los milagros. De hecho... si lo pienso bien, ¿mi existencia y presencia en este lugar serían consideradas una especie de milagro? ¡Por lo tanto, alguna especie de magia debe existir...! ¿Verdad?»

«Luego está el dilema de este cuerpo... La explicación que puedo darle a esto es que ese dios inútil no fue capaz de transportar mi cuerpo desde mi mundo original, así que me colocó en un cuerpo completamente diferente. Aunque me desagrada mucho la idea, debo admitir que no me parece completamente estúpido... Si hubiera venido a este mundo y hubiera vivido lo que acabo de vivir con mi anterior cuerpo, lo más probable es que hubiera quedado noqueado con el primer golpe de aquel hombre...»

«Ahora... Contextualmente, sé que me encuentro en una especie de ciudad... creo que era... ¿Deroguia? Y esta ciudad se encuentra en la frontera de algún tipo de reino o algo similar. También es evidente que es un lugar muy peligroso, y se nota que la vida por aquí no es muy agradable ni cómoda...» No pude evitar soltar un suspiro y bajar la mirada. El pensamiento de haber abandonado las comodidades del mundo moderno era algo que, sinceramente, me dolía más de lo que me gustaría admitir.

«Tercero, no había tenido tiempo para pensar en esto, pero, ¿qué hay respecto a todo eso de mi persona amada? ¿La persona a la que yo más amo me recomendó para colocarme en esta circunstancia? No debe amarme mucho si ese es el caso...», refunfuñaba en mi mente mientras expresaba mi desagrado con la mirada. «¿Es posible que mis padres me hayan colocado en esta circunstancia? ¿Quizás mi hermano mayor?»

Mi mente comenzó a perderse entre todos mis pensamientos. Una larga lista de personas que había conocido y querido a lo largo de mi antigua vida pasó por mi mente, pero descarté todas las opciones rápidamente. «Creo que amo a mi familia, quiero mucho a mis amigos, e incluso a mis ex parejas... Pero realmente no puedo llegar a considerar que los ame más que a nadie, o por lo menos, no como para darles el título de la persona a la que más amo. Desde mi propio concepto de amor, no podría decir que amo con locura a ninguno de ellos. Si tuviera que mencionar a la persona a la que más amo... probablemente estaría hablando de mí mismo... Sería una respuesta bastante sencilla y hasta aburrida para todo lo que ese dios desgraciado me dijo, pero basándome en su tono y todo lo que mencionó, me da la impresión de que se refiere a una tercera persona... Pero de ser ese el caso... ¿significa entonces que aquellos sentimientos que sentía por todos ellos se pueden explicar como amor? ¿Que a alguno de ellos realmente lo amé más que a ninguno? Si eso es el amor, entonces es realmente un sentimiento muy pobre...» Mi mirada cayó por un momento, como si una chispa de decepción hubiera corrido por todo mi cuerpo.