9. Buenos recuerdos

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Actualidad (28 de mayo de 2032)


POV Violeta

Han pasado cinco días desde que tuve la conversación con Alma, y la verdad es que me siento en paz con ella y conmigo misma, es raro, pero tiene razón, me estaba engañando a mi misma.

- Amor, he encontrado esta caja que pienso que te gustaría echarle un ojo antes de hacer nada con ella –. Estaba en el piso que compartía con Alma porque me iba a mudar yo también, la discográfica me había ofrecido los estudios de Universal en Barcelona y la verdad, no los iba a rechazar. Por eso opté por alquilar el piso.

- ¿De qué es la caja? – Dije bajándome de la escalera ya que estaba quitando las cortinas.

- Mejor que lo mires tú. Te la he dejado en la cama. Me tengo que ir a recoger a los niños, esta tarde vuelvo para ayudarte ya que Alex se puede quedar con ellos ¿vale? – Denna llegó al comedor y yo asentí a lo que ella me había dicho.

Me bajé de las escaleras y fui en dirección al dormitorio y vi la caja. Esa caja. La caja que me mandaron desde Menorca y en la que yo había metido más recuerdos. 



2 de septiembre de 2024

POV Chiara

- Es la última vez que te hago caso, ¿cómo se te ocurre hacer una mudanza en agosto? Solo a ti, y como soy gilipollas pues te hago caso.

- No te quejes tanto, que ya estamos aquí.

- Sí, ¿pero las quince cajas que quedan en el portal qué? – Estaba cansada, me había despertado a las siete, y no eran de esos despertares que nos gustan a todos en el que te dan un par de besos, algunas caricias, te abrazan, definitivamente, te despiertan para follar, pero no, esta vez fue una puta alarma para traer cajas. Como era lógico estaba un poco irascible.

- No pasa nada, se suben en el ascensor, pero has visto, solo quedan quince cajas –. Por alguna razón Violeta estaba más animada que yo y normalmente eso es raro, porque la hiperactiva suelo ser yo.

- Vio ... vio ... ¡Violeta! – Terminé por gritar, porque estaba empezando a parecerse a mí.

- ¿Qué? Que susto joder, ¿Qué pasa? – La verdad es que parecía asustada después del susto.

- Nada, que me estás poniendo nerviosa y no me ayuda mucho el que estés muy eufórica, que lo entiendo, porque yo estoy igual, pero es que no se ... bueno déjalo voy a traerme las cajas que faltan –. Iba en dirección a la puerta, pero de repente Violeta me paró y se puso justo delante de mí.

- Ey, perdona por meterte tanta presión, pero es que llevo soñando con este momento mucho tiempo y he pasado de estresarme o ponerme eufórica, lo siento por hacerte sentir así, no era mi intención –, Me terminó de decir dándome un abrazo –. ¿me peldonas? – Dijo con voz de niña chica adorable.

- Claro que te perdona tonta, anda vamos, cuando antes nos traigamos las cajas antes podremos tumbarnos a no hacer nada. Hay abajo una caja que te va a gustar, pero hay algunas cosas que cambiar. 

- ¿Y eso? ¿Qué es lo que tiene esa caja en especial? – Estaba ilusionada y tenía mucha curiosidad de saber lo que había, pero era mejor que lo viera ella, antes de nada.

- No te lo voy a decir, lo tienes que descubrir tú.

- Pero eso no es justo Kiki, dame una pista porfa –. Justó sus manos delante de mis ojos.

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