Capítulo VIII

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—Entonces ¿comenzamos?—Habló Naruto, viendo a Kaya estar atadas de manos y pies en una plataforma conocida como «Ecúleo».

Consiste en varias plataformas de madera colocadas en una inclinación, con rodillos de madera en la base.

—¡¡Ni aun que me tortures te lo diré!! ¡¡Merecías ser la mascota, tu familia mereció la ruptura total!!—Gritó, con mucho odio.

*Sigh* Y yo pensaba dejarte libre, bueno, que se le va hacer.—Sin más, Naruto comenzó a girar el rodillo haciendo que los huesos de Kaya comiencen a tensarse.

Ella podía sentir y su respiración se volvió agitada.

—Ultima oportunidad ¿Hablarás?

—¡¡J- Jamás!!—Exclamó de nuevo.

Naruto giró nuevamente el rodillo y poco a poco se comenzó a escuchar la tensión de los tendones de Kaya.

—¡¡¡Hmm!!!—Gimió, aun podía soportarlo, si nunca le dice algo a este sujeto, entonces él se podría aburrir y liberarla.

—Vamos, solo debes decime que Nao lo hizo por propia voluntad.

—....—Ella no respondió, mirando con odio a Naruto.

Este solo suspira y otra vez hace lo mismo.

—¡¡Hmm!! ¡¡Aaaahh!!—Ya no pudo más cuando escuchó el hueso de su brazo izquierdo romperse.

Las lágrimas poco a poco comenzó a salir al igual que su saliva.

Naruto lo miró a los ojos, indicando que hablara, pero Kaya no dice nada apesar del dolor, esta vez deja de girar, y toma un «Pelador de papas».

—Qu- ¿Que harás con eso?—Preguntó asustada.

—Ya lo verás—Naruto puso el objeto sobre la pierna de Kaya, y lo deslizó sobre la piel, este poco a poco comenzó a desprenderse de la carne.

—¡¡¡Aaah!!!—Gritó nuevamente.

—Si no hablas, la tortura seguirá, anda dímelo.

—¡¡¡Jamás, Aaaahh!!!

—Pues entonces seguiremos todo el día, la tortura apenas empieza.

Cuando escuchó eso, Kaya sintió el verdadero terror, nunca se imaginó que sus actos tendrían consecuencias ¿es esto su cástigo solo por caer en el pecado de la lujuria?

***
Kanako se sentía como nueva, nueva vida, nueva persona y su cuerpo era puro de nuevo. Entrando el hospital rápidamente habló con la enfermera para buscar a su madre, una vez obtenido el permiso, rápidamente se dirigió a la habitación de Kaede.

—¡Mamá!—Su madre despertó del susto, por que estaba dormida.

—Qu- ¿Que sucede, Kanako? Estaba dormida.—Dijo, tallandose los ojos.

—Adivina que ¡soy pura otra vez!—Dijo, dándose la vuelta.

Pero su madre lo miraba curiosa ¿perdió la cabeza?

—No te entiendo, ¿a que te refieres?—Preguntó.

—¿Que no te das cuenta? Mira.—Ella levantó su falda, mostrando sus nalgas, Kaede miró un poco, estaba acostumbrada al ver el cuerpo de su hija, y cuando miró sus nalgas, se dio cuenta que ya no tenía el tatuaje.

—¿Eh? ¿Cómo lo hiciste?—Preguntó nuevamente, sin poder creerle, el Tatuaje es imposible de borrar, incluso con un láser las marcas quemadas seguirían ahí.

—Antes que te diga algo ¿sientes dolor en tu muslo? ¿Algún cambio?

—Hmm, ahora que lo dices es verdad, ¿Por que?

Naruto: Dulce VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora