Mamá y papá

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Los mayores empezaron a arreglar los juguetes que los niños les traían, Lucifer empezó a ser llamado padre por los más pequeños, esperaban ansiosos para que el mayor les ayudara o les enseñará nuevas cosas, a leer, escribir y cosas básicas y adecuadas para sus respectivas edades. 
Las semanas pasaban en el reino demoníaco, la voz se empezó a correr entre los demás pequeños, de que había un dúo que se encargaba de resguardar a los niños sin familia, lentamente,  el edificio empezó a llenarse de caras nuevas , todos los niños empezaron ser cuidados y edicados por los dos adultos responsables.
Debido a este incremento de infantes, los dos adultos debieron remodelar el edificio para que sea más adecuado para poder criar a los pequeños bajo a su cuidado. El descuidado edificio lentamente se convirtió en una casa, un hogar para los pequeños diablillos que buscaban refugió.
Pero, no contaban de que, adultos también llegarán al edificio buscando resguardo para sus niños, dicho evento sorprendió a los dos cuidadores.

Era noche cuando alguien toca la puerta del edificio- Voy- exclamó la fémina, quitando el seguro que mantenía cerrado el edición, no pudo evitar soltar un jadeo de sorpresa al ver un diablillo adulto parado- uhm... ¿Lo puedo ayudar, señor?

El diablillo asintio suavemente - Escuche que aquí aceptaban niños y la verdad yo - detrás de él se asomaban dos cabezas, eran niños de entre 4-7 años aproximadamente - No puedo dejarlos en casa, ya van dos veces que intentan robarlos... y yo... mañana tengo un trabajo que hacer y ... la verdad no creo volver así que..

-O-oh mi...- sé queda sin habla ante las duras palabras del adulto-

-Yo ya no tengo esposa ni familia que los pueda cuidar así que, por favor,  se lo suplico señorita- jala suavemente a sus niños para ponerlos enfrente suyo- quiero que los cuiden por mi

Los pequeños miraban con miedo a la fémina mayor - Pequeños... - se inca a la altura de los niños- No deben temer, su papi volverá pronto- les da una cálida sonrisa a los pequeños

Los menores, no muy seguros miraron a su padre, buscando consejos- Vayan, ella los cuidara , yo volveré...- lo último lo dijo no muy seguro de si iba poder volver o no, pero debía darles seguridad a sus hijos. Con nerviosismo, los dos menores se adentran dentro del edificio, mirando por última vez a su padre quien los despide con una sonrisa, animandolos a que se aventuren el el edificio sin él.

El mayor bajo las escaleras a ver que sucedía y miro la escena desde atrás hasta que la mujer cerró la puerta y le volvió a colocar el seguro -Lilith...- la fémina volteó y solo le dedico un suave asentimiento de cabeza, afirmando lo que el hombre no pudo terminar por la lastima- Ya veo...- Los niños se abrazaban el uno al otro mientras veía al mayor acercarse a ellos- Hola, sean bienvenidos mis retoños - se inca a su altura- aquí hay muchos niños con los que podrán jugar, pero, ¿Qué tal si les doy un pequeño regalo por su llegada?

Los menores simplemente que quedaron quietos, observando como el mayor empezaba a crear dos peluches, uno de cordero y el otro con forma de un querubín- Tengan- les entrega a cada uno su respectivo regalo
Los niños sonrieron, sus pequeños ojos se iluminaron ante la amabilidad del adulto- Vamos arriba, mañana podrán conocer a los demas- los menores asintieron y tomaron la mano cálida del mayor siendo seguidos por la fémina quien sonreía al ver como su hermano era tan amable con los niños

-Realmente... eres tan dulce, querido hermano- murmura para si misma mientras ve como el mayor arropa y arrulla a los pequeños con una canción de cuna, logrando así que los menores durmieran en paz

- Lilith...- llama el mayor - ¿Podemos hablar? - la fémina asiente y se hace aún lado para que el mayor salga al pasillo con ella

-¿Qué pasa?- exclama con suavidad la fémina al ver el rostro de preocupación del contrario

-Yo... no se que me pasa, antes, no me preocupaba lo que les pasaba a los diablillos pero ahora, ver a los niños que sufren por culpa de la falta de régimen, ver como padres vienen a dejar a nuestro cuidado a sus hijos y posiblemente no volverán...- suelta un suspiro de impotencia - Quiero hacer algo, cambiar las cosas por aquí, no puedo simplemente quedarme de brazos cruzados ver como se matan  unos a otros , no solo les esta afectando a los adultos, sino también a los niños, que crecen en un mundo donde la única ley que conocen es asesinar o ser asesinado- expresa su descontento ante la dura vida que se enfrenta en el infierno

-Lucifer, no crea que sea bueno, a él no le gustara- lo último llama la atención del mayor

-¿A él? ¿Quién es él?- la fémina hace una pausa, no sabiendo si debía decirlo, pero lo hace por seguridad de su hermano

-Amon... ella... él es el gobernante de este lugar y por más loco que parezca... ella es quien causa que todos aquí se quieran matar unos a otros, su poder es tan denso que causa todo este sufrimiento - se acaricia la cabeza con frustración- Creme, lo intente, pero simplemente recibí una advertencia por parte de ella, que no intente cambiar nada de su reino ...

El contrario se queda estupefacto ante las palabras de su hermana- Esa mujer... es una! - se controla, no debía insultar a alguien solo porque no concuerda con su ideologia- Mira, no se con que derecho se cree, pero esta matando a su gente, sino hacemos algo, este reino está condenado a colapsar- el mayor se pone a pensar como podría llevar a cabo du idea sin ser atrapado por ese gobernante impertinente que tenían

-Lucifer,  se que quieres hacer algo pero- la corta el mayor-

-¿Pero que Lilith? Estoy cansado de no poder hacer algo, ya perdí mi hogar una vez... no quiero perdernos de nuevo ... por favor... Lilith,  ayúdame- le imploro a la fémina que, con un poco de duda asintio

-Bien, te ayudare, pero si Amon se entera, tú responderás ante ella- lo único que recibió del contrario fue un cálido abrazo

-Gracias, gracias,  realmente,  gracias Lilith por arriesgarte conmigo en esta nueva reforma - la fémina solo suspira y sonrie, correspondiendo el abrazo que el chico le proporcionaba

-Jamás me atrevería en arrebatarte tu hogar... no como ellos lo hicieron

De las cenizas renaceré como el fénix (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora