» 𝗽𝗮𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗩 «

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"¿Cómo has estado estos días?
Pronto es otoño, pronto, y las hojas caídas se amontonan
Era un verano caluroso cuando te fuiste
Pero ahora tu lugar está vacío, es como si fuera invierno."

—¿P-perdona? —el más pequeño de la sala tartamudeó, intentando alejarse del chico que se había sentado junto a ellos.

—Soy Felix, ¿cuál era tu nombre? ¿Puedo llamarte mío?

Seungmin, que los estaba observando, no pudo evitar reír por eso, aunque aún seguía algo confundido. ¿No se suponía que Changbin salía con Felix? ¿Por qué le estaba coqueteando tan descaradamente a otra persona?

—Eh... yo... Soy Jeongin.

—Hermoso nombre —Changbin apareció tras ellos, trayendo una bandeja con dulces y aperitivos—. Estoy en una relación, pero no me importaría que formaras parte de ella. ¿Sabes donde quedaría mejor tu nombre? Entre mis labios.

—Ya, ya, bastante, no me traumen al chico —Michael apareció detrás, cargando con unas bebidas y una película en la mano—. ¿Qué quieren ver? Solo tengo esta.

—Si solo tienes esa, ¿cómo vamos a ver otra?

Se habían sentado todos en el suelo, acomodando unas almohadas que habían por los sillones. Changbin y Felix se acurrucaron juntos, y Seungmin arrastró a Jeongin con él mientras Michael se tumbaba en el sofá.

—Silencio, esta es la mejor película de todos los tiempos.

Y al final Michael tenía razón: todos terminaron llorando por la película que el mayor les había puesto.

—¿Se van a quedar a dormir o los llevamos a casa? —preguntó Changbin, recogiendo los envoltorios que habían dejado por el salón.

Seungmin miró a Jeongin. A él no le importaría quedarse, se sentía a gusto con los chicos, pero había venido con su amigo y no dejaría que se fuese solo.

—Está bien, Minnie. ¿Tienes habitaciones suficientes, Changbin? —el mayor asintió, levantándose del suelo.

—Vengan, les enseño donde dormirán.

|🍁|

A eso de las dos de la madrugada, un teléfono empezó a sonar. El ruido incesante despertó a Seungmin, quien frotándose los ojos se levantó de la cama para ver de dónde procedía el sonido. ¿Por qué nadie lo apagaba?

Salió al pasillo, sintiendo el frío calando sus huesos. Estaban en otoño, pero parecía que el invierno llegaría antes ese año.

Bajó las escaleras, siguiendo la melodía molesta. El teléfono, que reconoció como el de Changbin, sonaba encima de la encimera. No sabía si sería prudente colgar, pero era de noche y ya llevaban llamando un buen rato. Colgaría y mañana le avisaría de que alguien estuvo llamando toda la noche.

Estaba a punto de pulsar el botón "colgar" cuando el nombre en la pantalla llamó su atención. ¿Christopher? ¿Su Chris? Tomó el teléfono, contestando de inmediato.

¿Hola? Joder, Changbin, te he llamado veinte veces. ¿Dónde estabas?

Seungmin sintió el aire abandonar sus pulmones.

De verdad era él.

¿Changbin? Amigo, no sabes lo que me ha costado hacer esta llamada, ¿estás ahí?

—¿Channie? —murmuró. Esta vez el silencio vino desde el otro lado de la línea—. ¿Chan? Soy...

Seungmin, lo sé. No podría no reconocer tu voz.

Y las palabras que se habían querido decir durante esos meses parecían no querer salir. Tenían mucho que decirse, pero era como si todo hubiese desaparecido. Ambos se habían quedado en blanco.

—Chris, ¿volverás? —preguntó, susurrando. Changbin le había dicho que sí, pero quería escucharlo del mayor.

Volveré, Minnie —contestó, reconfortándolo con su voz. Seungmin sentía a Christopher algo diferente, como si su voz hubiese cambiado durante los meses que habían estado separados. Lo sentía más... ¿serio? Más de lo que ya era antes—. ¿Qué tal estás? Hace mucho que no sé de ti. ¿Leíste las cartas?

—De hecho, te envié la respuesta ayer —respondió, yendo a sentarse para tomar la manta que usaron para resguardarse del frío—. ¿Qué tal estás tú?

¿Bien? Me alegro de que te hayan llegado —a pesar de no estar juntos, existía una extraña tensión en ese momento. Los dos sabían a qué se debía—. Seung, ¿tú leíste eso...?

—Chris, me gustas —podría haberle dicho "ya te llegará la carta" pero prefería tener una reacción directa, aunque sea por teléfono.

—... a mí también —el tono del mayor, había cambiado en esas tres palabras, incluso podía sentirlo sonreír al otro lado de la línea—. Minnie, te he echado mucho de menos, no te imaginas lo feliz que estoy de volver a escuchar tu voz.

La tensión había desaparecido con tan solo aclarar aquello, y el nudo su interior también.

—Yo también, pero, ¿cómo has conseguido llamar? Changbin dijo que no podías

—Digamos que aquí las llamadas o cualquier privilegio que no esté permitido normalmente lo consigues con ¿insignias? Son sellos que te dan los superiores si les agradas, y pues después de coleccionar bastantes y soportar a lo más pijo del lugar, aquí me tienes. No podía llamarte directamente porque guardan los números y se los pasan a mis padres, así que pensaba decirle a Changbin que te grabara el mensaje —explicó. Escuchó como el mayor movía cosas donde sea que estuviese—. No me respondiste antes, ¿qué tal estás? Oh, ¿por qué tienes el teléfono de Changbin? ¿Me has cambiado por él?

Seungmin rió por el tono dramático que le dio a la última frase, apresurándose a responder.

—Me invitó a pasar el fin de semana aquí con unos amigos de ustedes, y vine con un amigo, Jeongin. Aquí son las 2, ¿qué hora es por ahí?

—Son las nueve de la mañana, monsier. Perdón, no me di cuenta de la diferencia horaria.

—Ah, eso explica que hayas llamado ahora. Están todos dormidos y fui el único que despertó, por eso lo cogí yo.

—Me alegro de que Changbin te encontrara, es un bueno para nada, pero al final lo hizo.

—Sí... Yo también me alegro. Estaba volviéndome loco por no saber dónde estabas.

Entiendo, yo también lo haría si pierdo a alguien tan maravilloso como yo —ambos rieron—. Se me acaba el tiempo, intentaré llamar cuanto antes, ¿te importaría ir cada fin de semana a casa de Changbin, o los sábados a la misma hora tener su móvil?

—Se lo preguntaré.

Dile que lo voy a dejar sin descendencia si dice que no, verás como acepta. Seungmin, cuídate, intentaré mantenerme en contacto.

—Chan, ¿cuándo volverás?

—No estoy seguro, quizá al final de curso. Ya me están pidiendo el teléfono, solo me lo han dejado para la llamada. Te quiero, llamaré cuanto antes.

—De acuerdo, yo a ti también —sabía que habían llegado al final de la llamada, pero quería preguntarle aquello por si no había siguiente llamada—. Chris, ¿sabes lo que hacen las personas cuando se gustan?

—Cuando vuelva, Seung. Cuando vuelva lo haré bien, no quiero pedirte ser algo por teléfono.

No pudo responderle de vuelta, ya habían colgado la conexión del otro lado. Apretó el teléfono contra su pecho, sonriendo.

4419 | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora