Capítulo 03

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— Tranquilo, Meliodas — dijo un peliblanco con ojos rojos — todos la extrañamos, pero por eso estoy aquí y te ayudaré a buscar al culpable.

Meliodas dio una media sonrisa y sintió cómo lo abrazaban. Era Zeldris, su hermano menor, había viajado desde Tokio con su esposa Gelda al enterarse de lo sucedido.

— Duele saber que ya no está — dijo Meliodas — Quiero pensar que todo esto es una puta broma una mentira...

Meliodas y Elizabeth habían discutido la noche anterior, una tonta pelea que acabó con la vida de ella. Unos putos celos de su parte porque un tal Mael le había hablado y quería que dejara a Meliodas, él lo escuchó y no quiso escuchar la versión de Elizabeth. Si tan solo la hubiera escuchado, nunca se tendría ir a la mitad de la noche a casa de sus padres...

Me niegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora