Naruto - Otro Camino: Un Futuro Paralelo

Capítulo 27: Las ondas del conflicto 2

Es por la tarde, y estoy en la azotea del edificio del Hospital General de Konoha.

La conocida doctora ambulante Amaru se tomaba un descanso tras un ajetreado día de trabajo mientras bebía una taza de té caliente. Unos sorbos le dieron el impulso que necesitaba para recargarse... ayudándola de algún modo a recuperarse de un agotador día atendiendo a los pacientes afectados por la repentina aparición de Otsutsuki Kaguya en la aldea hace unas semanas.

Aunque más de la mitad de los aldeanos afectados ya se han recuperado y han sido dados de alta del hospital, ella decidió permanecer en Konoha hasta que todos los afectados por la presencia de Kaguya pudieran recuperarse de su estado actual. Hasta ahora, su método de tratamiento, que difería del de los médicos-nin residentes, parecía estar funcionando bien, y se esperaba que la mayoría de sus pacientes fueran dados de alta del hospital en una semana más o menos.

"Como pensaba. Konoha siempre tiene una forma de sacar las cosas de quicio. Pero eso no es necesariamente malo".

Aprovechó para reflexionar sobre su estancia en Konoha, repasando todo lo que había ocurrido desde que llegó.

Tras la breve guerra entre Konoha y los restos del País del Cielo, cinco años atrás, decidió quedarse en Konoha unas semanas para hacer balance de todo lo ocurrido entonces. Incluso se ofreció a ayudar a Naruto a recuperarse de su pelea con Shinno, en la que fue golpeado físicamente. También le ayudó a recuperarse de haber gastado gran parte de sus reservas de chakra en su intento de destruir la enorme fortaleza voladora del País del Cielo, el Ancla Vantiana.

Aunque Naruto tiene un factor curativo, Amaru decidió que debía permanecer en el hospital el mismo tiempo que una persona normal para rehabilitarse después de haber sido herido tan gravemente. Puede que él sea testarudo, pero ella lo es aún más que él. Se ofreció voluntaria para ocuparse de la recuperación de Naruto, tanto por su propio bienestar emocional como por el de él.

Cuando Shinno la traicionó, Amaru sintió que todo aquello en lo que creía quedaba destruido. El tiempo que pasó con su antiguo mentor no fue más que sentimientos y recuerdos falsos y frágiles que se hicieron añicos sin remedio. Su propia razón de vivir no era más que una fachada para acomodarse y satisfacer las peligrosas ambiciones de Shinno. La persona a la que más admiraba entonces fue la que utilizó sus sentimientos y la destrozó por completo sólo para lograr sus propias aspiraciones de destruir y gobernar las Cinco Grandes Naciones Shinobi.

Sin embargo, a pesar de sus sentimientos de vacío, que la llevaron a intentar suicidarse, Naruto la protegió lo mejor que pudo. Aunque sus sentimientos hacia su antiguo mentor podrían haber sido irreparables, él siguió luchando contra Shinno por ella. Recibió todos los golpes y palizas del antiguo médico, como si cargara con el sentimiento roto y doloroso que ella tenía entonces. Al final, Naruto fue capaz de señalarle que debía expresar sus sentimientos, y luego dejarlos ir, para poder reconstruirse como la persona que realmente quería ser.

Por eso, a pesar de que Shinno la traicionó, decidió seguir la misma carrera que siempre había deseado: convertirse en médico. Cuidar de la recuperación física y la rehabilitación de Naruto tras aquel combate fue su primer paso para seguir adelante y convertirse en una persona mejor.

...por el bien de la persona que le dio una nueva dirección en la vida.

Entonces recordó su conversación durante su caída libre tras destruir la fortaleza voladora del País del Cielo, el Ancla Vantian.

"Naruto... ¡No voy a dejarte morir solo!", pensó mientras agarraba y abrazaba con fuerza al inconsciente Naruto mientras caía unos miles de metros.

"Amaru, estás siendo un poco imprudente", le dijo Naruto a la chica que le abrazaba, al darse cuenta de que estaban cayendo desde tal altura sin ninguna forma de salvarse.