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-hola?.-estaba pensando en quien llamaría al teléfono a estas horas así que como era de esperarse levante cada anatomía de mi y de mala gana pregunte.-quien es?.

-señor..Louis Tomlinson?

-si soy yo. Quien habla?

-Hemos tenido que llamar a un juez de menores para indicar a quien de sus progenitores los niños deben quedarse..y creemos que corre una gran desventaja para usted teniendo en cuenta que,es un hombre,y que en el acta de nacimiento de sus pequeños su nombre no figura alli tiendo en cuenta que es algo casi inaceptable, Lamento ser yo quien tengo que...-desde ese momento deje de escuchar cualquier sonido que de ese artefacto patético pueda salir.

-que pasa Louis?.-una voz tan angelical como ronca y preocupada se acercó hasta donde me encontraba.-que pasa?.-volvió a decir.

-me los quitaran.-susurré.-me lo quitaran de mis brazos.

Y sin darme cuenta había comenzado a sollozar y a aferrarme de ese cuerpo que me aseguraba contención y seguridad. De su boca salían pequeños y casi inaudibles "shhh" mientras que sus brazos trataban de aullentar cualquier cosa que pudiera dañarme.

-son mis pequeños,no pueden hacer eso! ES INHUMANO!! QUE IMPORTA LAS TONTAS ACTAS DE NACIMIENTOS SON MIS BEBES HARRY.-mis gritos descontrolados podían por ser escuchados hasta los otros departamentos.-no pueden.-susurré mi último suplicó envano a Harry;mientras que el sólo podía abrazarme en silencio.

A la mañana siguiente el tipo de carisimos trajes llamado Harry ya no estaba. Se había ido. Y derramando mis últimas gotas de llanto me preguntaba un simple e idiota protesta con un ¿por que?

solo tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora