Los días siguientes a la reconciliación de Aurora y Andrew fueron como un sueño dulce. Volvieron a sus rutinas, pero esta vez juntos, explorando cada rincón del pueblo y compartiendo conversaciones que se sentían más profundas que antes. Sin embargo, ambos sabían que la verdadera prueba de su amor no sería solo disfrutar de los momentos felices, sino enfrentar los desafíos que inevitablemente vendrían.
La primera prueba llegó en forma de una llamada telefónica. Andrew recibió una oferta de trabajo en una prestigiosa editorial en la ciudad, una oportunidad que había perseguido durante años, incluso antes de conocer a Aurora. La oferta era tentadora: un puesto que le permitiría publicar sus propios escritos y conectarse con otros autores. Pero aceptar significaría mudarse lejos del pueblo, de Aurora, y de la vida tranquila que habían comenzado a construir juntos.
Andrew compartió la noticia con Aurora una tarde mientras paseaban por la playa. Su rostro reflejaba la mezcla de emociones que sentía: la emoción de la oportunidad y el temor de lo que significaría para su relación.
—Aurora, me han ofrecido un trabajo en la ciudad —dijo, deteniéndose para mirarla a los ojos—. Es una gran oportunidad, pero no quiero perder lo que tenemos.
Aurora sintió que su corazón se encogía. Sabía lo importante que era esa oferta para Andrew, pero también sabía que significaría un nuevo desafío para ellos. No quería ser la razón por la que Andrew renunciara a sus sueños, pero tampoco quería enfrentarse a la distancia y al tiempo separados, justo cuando estaban comenzando de nuevo.
—Andrew, sé lo mucho que has trabajado por esto —respondió Aurora con una sonrisa forzada—. No quiero que te sientas atado aquí por mí. Si este es tu sueño, deberías ir. Yo... yo puedo quedarme aquí y seguir con la librería. Podemos intentarlo a distancia.
Pero sus palabras no reflejaban lo que sentía en su interior. El miedo a perderlo, a que la distancia erosionara lo que estaban construyendo, la inquietaba.
Andrew tomó sus manos, sintiendo la tensión en su cuerpo.
—Aurora, no quiero hacer esto sin ti —dijo con sinceridad—. He pasado demasiado tiempo persiguiendo algo que no sabía si realmente quería. Ahora sé que lo que quiero es estar contigo. Pero también sé que si renuncio a esta oportunidad, podría arrepentirme. No quiero ponerte en la posición de tener que decidir por mí.
Aurora lo miró, viendo en sus ojos la misma lucha interna que ella sentía. Se dio cuenta de que no podían tomar una decisión apresurada, que necesitaban tiempo para pensar y hablar sobre lo que realmente querían para su futuro.
—Necesitamos tiempo para pensar, Andrew —dijo finalmente—. Esto es importante, para ambos. Pero debemos estar seguros de que cualquier decisión que tomemos sea la correcta, sin arrepentimientos.
Durante los días siguientes, la tensión se hizo palpable. Aurora intentaba concentrarse en su trabajo en la librería, pero su mente estaba siempre con Andrew y la decisión que debían tomar. Por su parte, Andrew pasaba horas caminando por el pueblo, reflexionando sobre lo que realmente significaba para él esta oportunidad y su relación con Aurora.
Una tarde, mientras Aurora reorganizaba la sección de libros de viajes, Andrew entró en la librería con una expresión decidida.
—He estado pensando mucho, Aurora —dijo, interrumpiendo su tarea—. Y me he dado cuenta de algo importante. Este trabajo es una gran oportunidad, sí, pero no lo es todo. Lo que realmente quiero es construir una vida contigo, aquí, en este lugar que se ha convertido en mi hogar.
Aurora lo miró, sorprendida por su decisión.
—¿Estás seguro, Andrew? —preguntó con cautela—. No quiero que sientas que estás renunciando a algo importante.
Andrew sonrió con suavidad y la tomó de las manos.
—No estoy renunciando a nada, Aurora. Estoy eligiendo lo que realmente quiero. Puedo seguir escribiendo y buscando otras oportunidades, pero no quiero hacerlo a costa de lo que tenemos. No quiero que nuestro amor se convierta en algo que dependa de la distancia o de decisiones que nos alejen. Quiero estar aquí, contigo, y construir algo real, algo que dure.
Aurora sintió que una carga se aliviaba en su pecho. Sabía que la decisión de Andrew no había sido fácil, pero también sabía que estaba hecha desde el corazón, y eso era lo que realmente importaba.
—Entonces, construyamos esa vida juntos —dijo Aurora, sonriendo con el corazón lleno de esperanza—. Aquí, donde comenzó todo.
Andrew la abrazó con fuerza, sabiendo que habían pasado la primera gran prueba de su relación. Ahora, el futuro les pertenecía, un futuro que construirían juntos, paso a paso, sin la sombra de las dudas.
Oh eso creía Andrew...
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Un amor Incompleto
Romancees la historia de una relación donde los sentimientos están divididos y la pasión es intermitente. Es un relato sobre la lucha entre el deseo de un amor completo y la realidad de una conexión incompleta, donde los momentos de felicidad son tan fugac...